AQUASANTA 2.013. PRIMERA PARTE: SEVILLA.


Antes de comenzar a narrar lo vivido la pasada Semana Santa, queremos pedir disculpas por la demora en ello, pero tras volver a la vida cotidiana, hemos dispuesto de poquito tiempo para recopilar fotografías, datos y sobre todo sentimientos… muchos sentimientos. Por tanto, una vez recuperada la normalidad y el sosiego, os vamos a contar en esta primera parte cómo han sido estos días para los miembros de la Tertulia que hemos participado en la Pasión de Sevilla. Próximamente, en una segunda entrada, los componentes de la Semana Santa de Zaragoza os contarán su experiencia en la capital maña.




Dicen que de bien nacidos es ser agradecidos, así que lo primero que vamos a hacer es mostrar nuestra gratitud, además de a todos vosotros por aguantarnos cada semana, a diversas personas e instituciones que han recibido a la Tertulia en estos días mostrando su cariño y amistad. A título individual, cada uno de nosotros podríamos escribir muchos nombres de amigos a quienes corresponder, pero lo haremos como el colectivo que somos: la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.

En primer lugar, queremos mostrar nuestro agradecimiento a la Hermandad del Santo Entierro por recibirnos tan amablemente. El Sábado Santo por la mañana, una pequeña representación de nuestra Tertulia, con objeto de entregar nuestro cartel para esta Semana Santa y en el que figura una fotografía del Cristo Yacente de dicha corporación, fue recibida por su Junta de Gobierno en la Iglesia de San Gregorio. Allí tuvimos el placer de rezar una Oración conjunta, así como de entregar un centro de flores a la Virgen de Villaviciosa. Sabemos que se trata de un día en el que la Hermandad tiene la agenda completa, pues además de realizar su Estación de Penitencia, son visitados por el Alcalde de la ciudad, por el Sr. Arzobispo y por diversas instituciones; por tanto, gracias de corazón por atendernos y recibirnos con los brazos abiertos.




Gracias también a la Hermandad de la Esperanza de Triana. El Jueves Santo por la mañana, un grupo de zaragozanos pertenecientes a la Hermandad mencionada y entre los que se encontraban varios miembros de nuestra Tertulia, asistió a la Capilla de los Marineros para realizar una ofrenda floral a Nuestra Señora de la Esperanza. Fue un bonito y emotivo acto en el que, tras rezar una Salve a la Virgen, el hermanamiento tuvo su protagonismo.




Gracias a la Hermandad del Cachorro por abrirnos sus puertas no sólo en Semana Santa, sino en otras ocasiones en las que les hemos visitado y nos han recibido cordialmente, mostrándonos su Basílica, museo y demás instalaciones. 




Por último, gracias a la Taberna Cofrade “El Humilladero”, un nuevo establecimiento que, con tan sólo dos meses de andadura, ha cautivado a los cofrades sevillanos por su buen ambiente, sus sabrosas viandas y por los programas de Radio con temática cofrade que ahí se realizan. Allí, Manolo Ruiz, buen amigo desde hace años y cofrade "por los cuatro costaos", hizo que nos sintiéramos como en nuestra propia casa con la gracia y el buen hacer que le caracteriza.




Para continuar con el resumen de lo que ha sido para nosotros la Semana Santa de Sevilla, queremos destacar el título de esta entrada, el cuál ha sido enviado directamente desde algún nubarrón con marejadilla hacia la Península, pues prácticamente la Semana Santa de toda España estuvo castigada por la lluvia. En Sevilla concretamente, las Cofradías iban cayendo una tras otra cual fichas de dominó, y los medios informativos comunicaban la no salida de las Hermandades mientras largas filas de paraguas se alineaban en las puertas de las Iglesias para poder contemplar las Sagradas Imágenes, ya que prácticamente la mitad no pudieron mostrar en la calle el Evangelio según Sevilla… La Hermandad del Amor… no sale, la de Los Estudiantes… no sale, La Hermandad de la Sed… tampoco, La Esperanza de Triana… se refugia en la Catedral y la de Los Gitanos en la Anunciación, la Hermandad del Cachorro… se queda en su Basílica por tercer año consecutivo. Así, hasta que Cristo Resucitó en la Iglesia de Santa Marina, por no poder realizar los cofrades de La Salle su Estación de Penitencia a causa de las inclemencias del tiempo.




En cualquier caso, los chaparrones no impidieron nuestro recogimiento, ni nuestras Oraciones, ni tampoco nuestras risas y lágrimas, ni que disfrutásemos de las pocas Cofradías que salieron a la calle. Todo un compendio de sentimientos que hizo que viviésemos unos momentos preciosos en convivencia, juntos, con verdadera amistad y  fuertes lazos de hermandad. Han sido unos días maravillosos, y como al mal tiempo hay que ponerle buena cara, os ofrecemos aquí nuestros instantes de pasión con la mejor sonrisa.




Y ya para terminar, queremos dar desde aquí una muestra de cariño a las Hermandades, Cofradías, Grupos Parroquiales, Asociaciones de Fieles, etc., que debido a las inclemencias del tiempo, no pudieron salir o tuvieron algún percance en su recorrido procesional; una muestra de cariño que no va sólo para las corporaciones de Sevilla, sino para las de cualquier rincón donde una Cruz de madera camine por las calles dando testimonio público de Fe. Más de uno hemos vivido ese momento y no resulta nada fácil. La Hermandad en ese instante se hace una “piña”; emoción, abrazos, y tragos de saliva donde el nudo en la garganta aprieta como si se ingiriese un manojo de nueces con cáscara a la hora del desayuno, se funden entre incienso y cera sin quemar…, pero lo más bonito de todo llega al final, cuando despierta el Vía Crucis en el interior del Templo, cuando los cíngulos de las túnicas de todos los hermanos se entrelazan en un solo corazón que nos recuerda lo que Él nos enseñó: “HAGASE SU VOLUNTAD”.