DESDE EL BALCÓN DE LA TERTULIA: LA HERMANDAD DE LA ESTRELLA. Pepe Lasala.

Hoy, vamos a subirnos de nuevo al “Balcón de la Tertulia” para disfrutar de otra de las Cofradías de Sevilla, para ver cómo Nuestro Padre Jesús de las Penas y María Santísima de la Estrella, llegan desde el Templo de San Jacinto del populoso barrio de Triana dejándonos su estela; una estela con aroma de azahar, luces de primavera, y sentimientos de Pasión, que se refleja en las miradas de devoción de quienes la contemplan. 




Así que, como somos muchos, vamos a ir colocándonos un poco “apretaítos” para ver la Procesión. Pasad hacia el fondo del balcón que cabemos todos, y para disfrutar al máximo de esta maravilla, no os olvidéis de abrir bien ese sexto sentido que lleváis dentro: vuestro corazón. 




Va transcurriendo la tarde, y el hijo de Dios ya ha pasado por delante de nuestros ojos. El ambiente en la calle se palpa a la perfección; bajo nuestro balcón, se ven nazarenos, escoltas, devotos, algún costalero que acude a hacer su relevo,… mientras tanto, hablamos, sonreímos, disfrutamos de la emoción que llevamos dentro y, con los sentimientos a flor de piel, nos damos cuenta de lo que realmente importa: Jesús está entre nosotros. 




Observando desde el balcón, llega ya la anochecida, y mientras el cielo se va oscureciendo, Sevilla se acicala para ponerse todavía más guapa. Al final de la calle se ve un resplandor, es la Virgen, la Madre, la Señora: María Santísima de la Estrella. Ya queda poquito para contemplarla, para darle gracias por todo, para ver cómo sus fieles le dedican una lluvia de pétalos de rosa con los que perfumar su Manto.

¡Miradla, ahí está, ya se ve a lo lejos!