DE LA IMPORTANCIA DE TENER UNA BIBLIOTECA EN LAS HERMANDADES. Pedro Guillén. (Publicado en la revista COLUMNA Nº 76 de octubre de 2010)


          Biblioteca es una palabra de origen griego, βιβλιοθήκη, compuesta por βιβλίον (libro) y θήκη (caja o depósito). Etimológicamente quiere decir entonces caja o depósito donde se guardan libros, lugar donde se guardan los libros.

          De las acepciones que contempla la Real Academia Española son de significativa aplicación, para nuestro caso, dos en particular:

1.       Local donde se tiene considerable número de libros para su lectura.
2.       Colección de libros o tratados análogos o semejantes entre sí, ya por las materias de que tratan, ya por la época y nación o autores a que pertenecen.

          En primer lugar, en nuestro local social ubicado en la Parroquia de Santiago de Zaragoza, existe un espacio acondicionado con armarios para el almacenamiento ordenado de los más de cuatrocientos libros que componen la biblioteca de la Hermandad.

          En segundo lugar, es una biblioteca con unos contenidos específicos en torno a la Semana Santa y la religión católica y todo lo que las rodea. De hecho está dividida en dos apartados concretos que engloban los anteriores, libros sobre Semana Santa y los de Interés General.

          El conjunto de los libros está contenido en una base de datos y ordenado alfanuméricamente distinguiendo si se trata de la colección de libros de Semana Santa o de Interés General, como hemos apuntado anteriormente, y su número de localización dentro de la colección. La ficha que contiene los datos de cada uno de los tomos está compuesta por la siguiente información: Número, Título, Autor, Editor, Año de Edición, Tema, Ilustración y Fotografía, y Número de Páginas.



Foto 1



          Encontramos títulos referentes a la Semana Santa de Murcia, Sevilla, Crevillente, Borja, Cuenca, Jaén, Córdoba, Valladolid, entre otras localidades. También lírica, pregones, estudios médicos, imaginería, guías, actas, ponencias, documentos conciliares o textos formativos entre otros.

          Si “profesionalizáramos” la gestión y organización de los tomos que componen nuestra biblioteca, una posible estructuración de las signaturas de clase[1] que configurarían la misma, siguiendo como modelo el sistema CDD[2] para personalizarlo a nuestras posibles necesidades,  podría ser de la siguiente manera:
           
            100 SEMANA SANTA
                        110 España
                        120 Europa
                        130 Centroamérica
                        140 Sudamérica
            200 COFRADIAS Y HERMANDADES
                        210 Flagelación
                        220 Otras advocaciones
                        230 No Penitenciales
            300 ARTES
                        310 Escultura
                                   311 Tallas sobre la Flagelación
                                   312 Tallas de otras advocaciones
                                   313 Imágenes Marianas
                                   314 Escultores
                        320 Gremios y sus artistas
                        330 Poesía
                        340 Pintura
                                   341 Obras y estilos
                                   342 Pintores
                        350 Gráficas
                                   351 Fotografía
                                   352 Láminas
                                   353 Dibujos
                                   354 Estampas
            400 DOCUMENTACION E INVESTIGACION
                        410 Estudios
                        420 Diccionarios
                        430 Vocabularios
                        440 Ponencias y comunicaciones
                        450 Pregones
            500 IGLESIA
                        510 Documentos
                        520 Encíclicas
                        530 Biografías
                        540 Formación

          Observando y analizando esta estructuración, con cinco áreas principales, y sus correspondientes divisiones y secciones necesarias, podemos aproximarnos a los contenidos de los tomos que conforman actualmente nuestra biblioteca. Teniendo ya definida la primera parte de la signatura topográfica[3], que es la que nos permitiría localizar el libro en las instalaciones habilitadas para su colocación, solo quedaría completarla con la signatura librística.

¿Por qué una biblioteca en una Hermandad?

           Aunque los fines primordiales de las Hermandades y Cofradías en nuestra época sean la manifestación pública de Fe y la obra caritativa hacia nuestro prójimo, la formación es un pilar fundamental en el que  sustentar estas dos acciones.

          El conocimiento de nuestras antiguas tradiciones, la evolución de nuestras procesiones, de nuestra acción social, de la Iglesia Universal, de nuestra religión, se encuentra en legajos, libros, documentos, encíclicas y otros escritos que nos ayudan a comprender mejor las asociaciones de las que formamos parte y también a evolucionar y a crecer como seguidores de Cristo.

          También es motivo más que justificado para organizar una biblioteca en el seno de una Cofradía, contar en la nómina de autores de estos libros a cofrades e historiadores como Alfonso García de Paso, Wifredo Rincón o Carlos Pardos, ponentes en congresos como Pedro Conde o Jesús Cortés, pregoneros de la Semana santa como Domingo Figueras o Armando Cester, poetas como Pepe Lasala, cronistas como Sergio Navarro, la narrativa  de  Cesar Catalán, trabajos de investigación inspirados por Luis de Paz o Ricardo Navarro, o articulistas como Jorge Gracia, confirman la necesidad de recopilar la obra emanada de las plumas de estos y de todos aquellos cofrades que no he citado en estas líneas y de aquellos que escribirán en un futuro.


Pedro José Guillén Labalsa

BIBLIOGRAFIA:
José Antonio Magán Wals, Tratado básico de Biblioteconomía.
José María Gálvez Caraballo, Manual de oposiciones para Bibliotecas Públicas.
AA. VV. Ediciones Valbuena, Técnicos Auxiliares de Bibliotecas.
L. Orera Orera, Manual de Biblioteconomía.

FOTO1. Ejemplo de ficha de la base de datos.


[1] Números de clasificación decimal.
[2] Código Decimal Dewey.
[3] La signatura topográfica es el signo utilizado para indicar la localización de un documento dentro de una biblioteca. Es un código alfanumérico que se coloca de manera visible, normalmente en el lomo del libro, compuesto por la signatura de clase y la librística.