ESPERANZAS DE PASION - PARTE (IV). MARIA SANTISIMA DE LA O. Pepe Lasala.



Es la Virgen de la O,
la que en la calle Castilla
de Esperanza nos llenó,
la que su nombre cobija
la letra de una Oración,
la que en la orilla del río
un buen día se postró,
para ir hacia Sevilla
a regalarle su amor.



DE TERTULIA CON... RAFAEL JIMENEZ SAMPEDRO, DIRECTOR DEL BOLETIN DE LAS COFRADIAS DE SEVILLA. Pepe Lasala.

Hoy en nuestra Tertulia, hablamos con Rafael Jiménez Sampedro, quien además de ser hermano de las Siete Palabras, el Calvario y la Macarena, dirige el Boletín de las Cofradías de Sevilla. Una publicación que, con más de medio siglo de bagaje, llega a los lectores cada mes ininterrumpidamente durante todo el año.

Rafael Jiménez Sampedro con su equipo de redacción.


Para comenzar Rafael, ¿de que forma nació el Boletín?
El Boletín de las Cofradías de Sevilla se edita por vez primera en octubre de 1959. Por entonces existían diversas publicaciones pero todas eran de carácter anual. Supuso una novedad la publicación de una revista temática mensual que, ante la carencia de iniciativa por particulares o empresas, llevó a cabo el propio Consejo de Cofradías. Desde entonces a hoy el mantener una publicación de este tipo no ha sido fácil, de hecho pocas, si es que existe alguna, pueden decir lo mismo, llevar cerca de cincuenta y dos años saliendo mensualmente está al alcance de pocos.

Llevas ya tiempo dedicándote a él, ¿cómo llegaste y en qué momento?
Puedo contaros que yo conocía a la publicación de ver su portada cada mes en el escaparate de una librería hoy desaparecida que estaba a la entrada de la calle Sierpes. Era el único vínculo que tenía con ella, hasta que un día mi padre llegó a casa con un ejemplar, fue en marzo de 1986, el primer número en que se incorporó de forma habitual el color a la portada. Mi padre lo vio en un quiosco, le llamó la atención, lo adquirió y a mi me gustó y me suscribí y ese mismo año, en noviembre, empecé a colaborar.

¿Cómo fue tu nombramiento como Director?
Fue un proceso largo. En 1993 me llamó José María Lobo para formar parte de la redacción. Me conocía de dirigir el boletín de mi Hermandad de las Siete Palabras, desde tres años antes. Lobo estuvo cuatro años y luego fue designado Isidro González, quien igualmente contó conmigo. Con ambos aprendí mucho, pasé muy buenos ratos y los recuerdo con mucho cariño, manteniendo con los dos gran amistad hoy en día. Curiosamente ambos son (bueno, Isidro lo va a ser en breve) hermanos mayores de sus hermandades. Cuando Isidro dejó la dirección me propusieron serlo yo con el encargo, además, de cambiar el formato reducido a uno de revista, y el reto me gustó y lo acepté y así, hasta hoy.

Para desarrollar una tarea de tal magnitud hace falta estar bien organizado, ¿cómo se estructura la redacción del Boletín en lo que a personal se refiere?
Es algo que tenía claro desde el principio, porque la redacción anteriormente no alcanzaba más allá de dos o tres personas. Cuento como anécdota que más de un mes (y más de dos) yo hacía la foto de la portada, el editorial, la entrevista, diez noticias y un artículo de investigación y ese ritmo lo aguanta poca gente. Por ello, tenía muy claro que iba a contar con bastante gente y siempre he tenido cinco o seis redactores, además de informadores gráficos, de forma que la carga de trabajo no se haga insoportable.

¿De qué forma os distribuís el trabajo?
Nos estructuramos en torno a reuniones semanales, normalmente los viernes en que repartimos los trabajos en función del conocimiento o habilidad especial de cada uno para cada cosa. Hay redactores más apropiados para una entrevista o para un reportaje que para escribir técnicamente sobre una restauración.

¿Con qué medios contáis?
¿Medios? Prácticamente ninguno, tan solo utilizamos una sala de reuniones en el Consejo, pero medios técnicos no nos proporcionan ninguno. Cámaras, ordenadores, grabadoras, etc. son adquiridos por nosotros. Esto es una queja constante que tengo, pero infructuosa.

Supongo que habrá cofrades con intención de colaborar con vosotros, ¿son muchos los que llaman a la puerta?
No son muchos, aunque alguno hay con muchas ganas de pertenecer a la redacción. Lo que tengo claro que para ser redactor hay que tener un espíritu de colaboración y no llegar “pegando codazos” para acapararlo todo y querer hacerlo todo ninguneando al resto. La redacción no puede ser una fuente de conflictos personales y digo todo esto porque ya ha sucedido. Además, es fundamental la fidelidad a la revista, no pretender que el Boletín y el Consejo sean fuente de información para luego ganar dinero en medios profesionales. Luego están los colaboradores, los que te envían trabajos esporádicos, y de esos afortunadamente siempre tenemos bastantes.

Entiendo que para realizar esta labor, que además es totalmente desinteresada, tendréis que repartir el tiempo de vuestro trabajo y vida personal con el Boletín, ¿exige mucha dedicación?
No. Es algo que me obsesiona, no “aburrir” a la gente cargándola de trabajo. Yo asumo gran parte de trabajo que los demás no pueden hacer o no les apetece. Además me ocupo últimamente de la maquetación, lo cual me lleva un tiempo, pero lo hago muy a gusto porque además es una faceta nueva que me gusta.

A la hora de acudir a una Hermandad para realizar un trabajo de investigación ¿os suelen dar facilidades?
Hay de todo. Suelo dividir las Hermandades en “transparentes” y “opacas”. Por increíble que parezca, al medio oficial del Consejo, algunas Hermandades les ponen trabas hasta para que su titular aparezca en la portada, así que imaginaros para conocer su historia. La clave está siempre en dar con la persona adecuada que nos sirva de contacto para facilitarnos el trabajo. En casi todas las Hermandades conocemos a alguien, pero no siempre ocurre.


Presentación del Boletín de las Cofradías en la Capilla de Monte-Sión.

¿De qué forma está ligado el Boletín al Consejo de Hermandades y Cofradías?
Como su medio oficial impreso. El Consejo es la entidad que lo edita y dependemos de él orgánicamente.

¿Afectan de alguna manera al Boletín los cambios de miembros en la Junta Superior?
No tendría por qué, históricamente ha sido así, salvo que la Junta Superior quiera hacer un cambio en la línea. Daos cuenta que soy el séptimo director de la publicación y solo uno fue sustituido por decisión de la Junta Superior, el resto se marchó voluntariamente.

¿Contáis con el apoyo de algún órgano o institución además del propio Consejo?
No, de ninguno. Solicitamos hace un par de años una subvención de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía porque entendemos que cumplimos los requisitos que se exigían en la convocatoria de subvenciones, pero nos fue denegada por silencio administrativo. Sin embargo se la conceden a otras.

Si no me equivoco, el Boletín es la revista cofrade más leída, ¿con qué tirada cuenta y cómo se distribuye?
Desconozco la tirada y difusión de otras revistas, pero no me extrañaría que así fuera. Nuestra tirada es de dos mil ejemplares en los números ordinarios y de dos mil quinientos en los especiales de Semana Santa. Al año son veinticuatro mil quinientos ejemplares los que se ponen a la venta, la mayoría por suscripción. Tenemos suscriptores en toda España incluso, curiosamente, hay más de fuera de Sevilla que de dentro. Esto lo explica el hecho de que en las Hermandades de Sevilla se manda un ejemplar gratuito y en cada una lo pueden leer perfectamente veinte o treinta personas.

En la actualidad, ¿cuántos suscriptores tiene?
El dato exacto no lo tengo, pero en torno a mil setecientos.

Todos sabemos que a día de hoy las páginas web informan prácticamente a tiempo real, ¿ha influido Internet en el incremento de nuevos suscriptores?
Hoy en día prácticamente todos los nuevos suscriptores lo son a través del formulario que hay en la página web del Consejo, si bien Internet también ha variado la información cofradiera. La inmediatez y el poco límite de espacio que tiene ha hecho que las noticias hayan desaparecido de la prensa escrita diaria. Nosotros lo que hemos hecho es replantearnos la forma de poner las noticias en cuanto a su profundidad, procuramos dar un tratamiento más reflexivo y con más detalle que las web.

¿Qué secciones piensas que le gustan más al lector?
Aunque no en todos los números salen las mismas, nosotros barajamos ahora mismo un abanico de unas veinte secciones y ello es así porque pensamos que el lector es heterogéneo. Pese a que somos una revista temática, no a todo el mundo le gusta lo mismo, hay cofrades interesados en la actualidad, otros en la historia, en la opinión… Lo que procuramos es ofrecer variedad para llegar a todo el mundo. Yo cuando veo un periódico normalmente no lo leo entero, sino solo lo que me interesa. Aspiramos a que con el Boletín pase lo mismo, aunque sé que hay gente que lo lee entero.
Siempre cuento una anécdota a este respecto. Cuando José María Lobo anunció su marcha y no se conocía quién iba a hacerse cargo de la dirección, el mismo día tuve un cambio de impresiones con dos personas. Por la mañana me decía uno “a mi no me interesa saber cuándo es el Triduo de una Hermandad” y por la tarde otro me comentaba que “a mi no me importa lo que sucedió hace doscientos años”, pues bien, el Boletín debe aspirar a interesar a ambos, al que se interesa por la historia solo y al que quiere conocer la actualidad. Ese es el espíritu.

Últimamente se han producido innovaciones en el Boletín, como las publicaciones a color o nuevas secciones, ¿os suelen hacer sugerencias al respecto vuestros lectores?
No solemos recibir muchas sugerencias de los lectores, si bien es cierto que tampoco animamos a su participación. Creo que el dejar a todo el mundo que opine es erróneo, no podemos dejar que cobardes amparados en un seudónimo se escondan tras un ordenador a despotricar sobre todo y todos. Al menos si se identificasen, como hace unos años exigían los periódicos en las “cartas al director”…, pero tal y como hoy se hace me parece impresentable.

Boletín correspondiente al mes de Noviembre de 1.968
(Original)

Boletín correspondiente al mes de Junio de 2.011
(Original)

Además de las ediciones mensuales, habéis publicado trabajos especiales como la recopilación de todos los boletines en PDF o un libro con la publicación de cincuenta artículos como conmemoración de las Bodas de Oro, ¿tenéis en la actualidad algún proyecto en marcha?
Ambos supusieron un esfuerzo económico muy grande que todavía repercute en nuestras cuentas. Me gustaría en un futuro recuperar el servicio de publicaciones y que sacásemos un libro al año, pero esto es solo una ilusión que de momento me temo que no podremos llevar a cabo.


Libro conmemorativo del 50 Aniversario del Boletín
(Original)


Edición en PDF de los boletines desde el año 1.959 hasta el 2.007
(Original)

Muchísimas gracias Rafael por compartir tu tiempo con nosotros a través de esta tertulia, ha sido un verdadero placer.

Fotos:
Rafael Alcázar Otero
Pepe Lasala López

SENTIMIENTO Y TRABAJADERA: LOS COSTALEROS DE NUESTRA TERTULIA. PARTE (III). Omar Millastre.


Mucho es el tiempo que se espera hasta que llega el día,  ese día en el que los sueños se hace realidad. Ahora os voy a contar mi sueño hecho realidad.

Primero os empezare diciendo cuál fue el motivo que me impulsó a meterme debajo del Paso. Hace ya 3 años, pero lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Años anteriores había visto esa cofradía en la calle y  cada día sentía más. Uno de esos años, haciendo fotos, me encontré con mi abuela y demás familia en la Cuesta de la Trinidad, y al acercarme a ellos vi que estaban destrozados como si algo les hubiera pasado,  me giré y ahí estaba el Señor sobre su Paso, entre costero y costero, entre izquierdo y racheao. En ese momento, me di cuenta de verdad qué era aquello tan fuerte que  sentía dentro de mí. He de decir que me presente a la igualá dos añitos antes de salir; Sí, un poco bestia. Era un sueño, no paré hasta conseguirlo y al final  entré en la cuadrilla.



Omar delante del Señor de la Humildad de Zaragoza junto al Pregonero de la Juventud Antonio Olmo.



Si tienes un sueño, trabaja día a día y no pares hasta conseguirlo, al final se cumple. En los primeros ensayos estaba muy nervioso, algo por dentro despertaba en mi un sentimiento muy grande, difícil de describir.  Ese mismo año entró un amigo al que quiero mucho, para mí es como un hermano. El compartir ese sentimiento con él fue algo que nunca olvidaré. La primera levantá, esa chicotá siempre sin perder el sentido y el sentimiento. Siempre pensando en lo que se lleva encima porque, aunque sea un ensayo y no esté la Imagen,  la llevo en mi corazón. Los ensayos eran magníficos, la cuadrilla impresionante, se respiraba pasión, sentimiento,  alegría pero a la vez tristeza. Todos nos apoyamos como si fuésemos una gran familia, y se nota en cada ensayo cuando arrimas el hombro al que va a tu lado para intentar que coja menos peso. Son cosas que marcan, el ánimo que nos damos debajo del paso, el abrazo que te das cuando el paso está arriado. La cuadrilla me recibió como uno más y me he ganado muy buenos amigos. Personas a las cuáles llamo todos los días y no perdemos el contacto ni un minuto. Los capataces Fernando y Antonio son también una maravilla,  personas que tienen un corazón inmenso y que están ahí para todo. Pero repito, y no me cansaré de decirlo, esto no significa nada si se pierde la noción de lo que verdaderamente importa, y es lo que se lleva encima, el verdadero motivo del  porque estamos allí.

Yo sé que lo mío no es “hobby”, sino un sentimiento. Cada ensayo me da fuerzas para seguir día a día. Pido por mi familia, amigos que pasan momento malos y puedo decir que me ayuda.

Mi primera Estación de Penitencia marcó un punto en mi vida. Me acuerdo que mi madre estaba muy nerviosa.  En mi interior fluían muchos sentimientos, estábamos pasando una mala temporada. Mi mayor ilusión ese Domingo de Ramos, era que mi abuela bajase a verme, pero por problemas de salud me dijo mi madre que sería prácticamente imposible que pudiera bajar. Llegó el día,  estaba muy nervioso me vestí en casa y salí para la Casa Hermandad, no antes de darles dos besos a mi madre y a mi querida abuela. Cuando llegué allí me abracé  con toda la cuadrilla. Sabíamos que era el gran día. Antes de salir de la Casa Hermandad recibí una llamada y era mi madre, mi sorpresa fue cuando me dijo que la calle estaba llena de gente que era imposible encontrar un hueco. Todos esperaban impacientes el momento en el que el Señor de la Humildad y la Virgen del Dulce Nombre salieran a las calles y como todos los años pedirles o agradecerles todo aquello que necesitas o has recibido. Llegó la hora, me metí debajo del Paso y el capataz tocó el martillo. Los cuerpos arriba, y poco a poco fuimos alcanzando el dintel de la puerta. Salimos y el Señor estaba en la calle. Cuál fue mi sorpresa cuando llegamos a la Cuesta de la Trinidad y por un hueco del Paso veo a mi madre llorando a moco tendido, sigo mirando y ahí estaba ella, mi abuela. Había hecho  un gran esfuerzo para verme, ver a su nieto realizando su sueño, un sentimiento, una devoción, devoción que ella también tenía como buena cristiana al igual que yo. Imaginaros como fue mi Estación de Penitencia con el Señor de la Humildad., lo único que quería es que mi abuela se recuperara y que las cosas fueran mejor para todos.

Al año mi abuela falleció, y por eso es muy importante el Domingo de Ramos para mí. No hay un instante que no me acuerde de ella, porque sé que desde un balcón privilegiado del Cielo me estará viendo, y por eso mientras pueda estaré debajo del Señor de la Humildad. No puedo describir con palabras la fuerza que me da estar ahí debajo.

Cuando nos metemos debajo del Paso, somos los pies del Señor que sale a la calle para encontrase con  la gente que lo espera impaciente, es impresionante sentir el calor de las personas que llevan horas esperando en la calle.

Me siento muy afortunado por estar ahí, y colaborar y hacer posible esa manifestación de fe, sino tiramos todos hacia arriba, juntos, a la vez, esto no sería posible. Es impresionante los momentos que se viven, se respira un aroma de confraternización, humildad.  Esto no tendría sentido si ese sentimiento que fluye dentro de mí se quedará solo en esos días de Semana Santa , porque la fe , no es solo cosa de unos días sino de cada minuto de tu vida. Nuestro Cristo y Nuestra Virgen es el Credo de todo creyente.

Una vez escuche un programa y decía: UNA COFRADIA ES EN SEMANA SANTA PERO  UNA HERMANDAD LOS 365 DÍAS DEL AÑO.


No quiero aplausos, no quiero notoriedad, sólo quiero sentir junto a mis hermanos un año más el amor que Cristo nos tiene. Mi sueño no acaba aquí, son muchas las expectativas que tengo y que solo mis hermanos saben y espero y deseo que puedan llegar a realizarse.

"DETALLES" DE TU PUREZA. Conchita Esteban y Pepe Lasala.

Cada año, cuando llega la Semana Santa, al entrar en una Iglesia y ver las Imágenes ya subidas a sus Pasos, brota de nuestros corazones una sensación muy especial, siempre exaltada por ciertos “detalles” que rodean a Jesús y a María.  Flores, ángeles niños, candelabros, bordados o incluso figuras secundarias de la Pasión del Señor, forman un conjunto de elementos decorativos tan hermosos que pueden llegar a sonreírnos, hablarnos o acariciarnos, pues tienen vida propia. Allá donde dirijamos nuestros ojos surgirá un cruce de miradas con cualquiera de ellos, dándonos a entender que están ahí. Para mostrároslos, os invitamos a un breve pero intenso paseo por la Capilla de una Hermandad tan señera y castiza como lo es la Esperanza de Triana. Allí haremos estación, y nos detendremos en algunos de estos aspectos o “detalles” siempre presentes junto a dos advocaciones muy queridas dentro y fuera de este barrio. Así que… crucemos el Puente de Triana hasta el Altozano, giremos hacia la izquierda, y adentrémonos en la calle Pureza hasta llegar a la Capilla de los Marineros, donde contemplaremos esos “detalles” que arropan al Santísimo Cristo de las Tres Caídas y a su Bendita Madre, Nuestra Señora de la Esperanza. Pero antes de nada, miremos hacia Ellos y dediquémosles nuestra mejor Oración.




“DETALLES” DE TU PUREZA

“Detalles” de tu Pureza
envuelven la calle larga,
cuando ya de anochecida
nace el embrujo de Triana,
y al llegar a tu Capilla
de fachada inmaculada,
una luz eterna y suave
nos conduce hasta tu Casa.




Guardabrisas y codales
acompañan esas jarras,
jarras con pétalos tiernos,
lágrimas de tu Esperanza,
que aquellos Ángeles niños
con cariño contemplaban,
el menor con su chupete,
para ir a la Madrugada.



El Nazarenito chico
desde tu Altar te rezaba,
al pie de tu Cruz de Guía
cuando el ancla reviraba,
y al ver tu Hijo Caído
tras el Caballo de Triana,
gritó que Tú eras Pureza…
¡ Pureza en nuestra Esperanza !