Hay una mirada en Zaragoza que lo dice todo, su brillo desprende algo especial de lo que este mundo está tan necesitado: AMOR y FRATERNIDAD. En Cuaresma, una alfombra se despliega dibujando su Santo Nombre. Y ahora tenemos la oportunidad de acercarnos más a Él, con el alma y el corazón, en estos días en los que se va a celebrar su Triduo. Hay que animarse, merece mucho la pena llegar este fin de semana a la Parroquia del Perpetuo Socorro para hablarle, mirarle, contarle, contemplarle y llenarnos de Él.
Cristo del Amor Fraterno, ora pro nobis.