Se dice que la imagen del Milagroso Niño Jesús de Praga se heredaba de padres a hijos varones de la familia de los Condes de Treviño y Duques de Nájera, siendo esta tallada en España en el siglo XVI.
Fernando II para agradecer a Dios la victoria en la batalla de la Montaña Blanca, fundó en Praga en el año 1620 un Convento de Padres Carmelitas, al cual regaló la sagrada imagen del Milagroso Niño.
Desde entonces, la devoción a esta imagen ha sido expandida por todo el mundo de la mano de la Orden Carmelita.
Esta talla de la Iglesia del Santo Ángel, en Sevilla, es del artista Fernando Aguado y está fechada en 2007.