-
Si subes el volumen de tu ordenador lo disfrutarás dos veces -
Hoy en nuestra Tertulia, queremos
compartir con todos vosotros la jornada vivida el pasado fin de semana, en la
que cofrades pertenecientes a hermandades de Sevilla y de Zaragoza nos unimos
para celebrar el que ya ha sido el "VI Pregón de la Semana Santa Tertulia
Cofrade Cruz Arbórea", el cual transcurrió junto a la "Tapa
Solidaria" y "El Mercadillo Cofrade" en las instalaciones del
"Grupo Aragonés el Pilar", a quienes queremos agradecer una vez más
el buen hacer y el cariño que siempre muestran hacia nosotros.La finalidad del
evento, como cada año, no fue otra que la de ayudar un poquito a quienes nos
necesitan.
Por tanto, y con objeto de mostrar aquí
todos y cada uno de los momentos vividos, vamos a repartir esta crónica en
varios apartados; así que comenzamos...
Tras el café reglamentario a primera hora
de la mañana, nos dirigimos hacia las instalaciones del Grupo Aragonés El Pilar,
y allí comenzamos a acondicionar el lugar para el evento adecuando el decorado
y comprobando el sonido de esas Sevillanas, Rumbas y Pasodobles que en unas horas
se dispondrían a amenizarnos la tarde.
El rincón de "Los Miarma" iba
tomando forma.
Se acercaba la hora, los nervios
arremetían y el tiempo apresuraba, así que en los minutos previos al acto nos
dispusimos a dejarlo todo perfectamente preparado; desde los asientos para los
invitados hasta los artículos que conformarían el Mercadillo Cofrade, pasando
por las tapas que faltaban por terminar. Ibamos contrarreloj, pero entre
sonrisas y buen hacer la cosa quedó en un buen estado de revista.
Pasaron los minutos, los asientos se
fueron llenando y el evento dio su pistoletazo de salida. Tras una Oración con
presentación del acto y de la pregonera, todo comenzó a tomar color, color a
Pasión, color a Semana Santa con resaltes de incienso que acarició la multitud
de "sentires" de los allí presentes para transformarlos en uno sólo.
Como bien es sabido, si hay un
denominador común entre los componentes de nuestra Tertulia, ese es el
sentimiento, y así lo plasmó en su oratoria la persona encargada este año de
anunciarnos que ya llega la Semana Santa. Ana Gómez, cofrade de la Hermandad de
San Joaquín y de laVirgen de los Dolores de Zaragoza, abrió nuestros corazones
para reflejar en ellos la Pasión de Cristo.
Pero, para que os hagáis una idea, a
continuación plasmamos algunos fragmentos de su Pregón acompañados de varias
instantáneas que, este año como novedad, guardarán relación con el texto de
nuestra pregonera.
Buenas tardes a
todos queridos hermanos, nos reunimos día 20 de Febrero del 2.016 a 28 días del
pregón oficial de nuestra querida Semana Santa y a 29 del domingo de Ramos y el
inicio de la conmemoración de la Pasión de nuestro Señor.
Nosotros pertenecemos
a ese pequeño colectivo que comenzamos los ensayos cada año ilusionados, no
importa el viento ni el frío; que nos sobresaltamos con cada redoble, golpe de
maza o lloro de corneta; nos emocionamos con cada levantá o izquierdo, con ese
perfume glorioso de incienso al paso de cada una nuestras imágenes; y también
somos a quienes se nos encogen los corazones con una simple mirada, una mirada
a nuestro motor de fe y devoción, en mi caso una mirada dolorosa y piadosa.
Todo empezó
cuando conocí a quien hoy es mi marido con tan solo 15 años, él es el culpable
en primera instancia de que hoy este ante vosotros. Esta persona maravillosa
que todo lo que toca lo convierte en alegría e ilusión, y que con su pasión y
entusiasmo me fue contagiando poco a poco el sentimiento por esta semana.
Con el devenir
de la vida nos desconectamos un poco, no en presencia pero si en participación,
hasta que la personita más importante de nuestras vidas fue tomando forma como
cofrade, no sabemos muy bien como ocurrió esto, no sé, quizás en verdad, ¿esté
en la sangre?
Todos los años
desde chiquitín le llevábamos a ver procesiones en su sillita, el siempre decía
“yo quiero ser de la Piedad”, así todos los años, hasta que un año lo pidió muy
enserio y la máquina, se puso en funcionamiento.
Y al año
siguiente ¡Claro! Su padre…
Pasaron varios
años y con estos varios Viernes Santos, yo los veía incorporándose al Santo
Entierro desde la acera llenos de ilusión y emoción, hasta que un año pensé
y me dije “pero qué hago yo aquí fuera
si lo que realmente quiero es estar ahí y vivirlo desde dentro”.
Aquel viernes
cuando acabó la procesión, ya en casa tranquilos los tres, les di mi noticia
“chicos el año que viene, voy a ser hermana de la Dolorosa”, la verdad que se
alegraron muchísimo más de lo que me podía imaginar. Tenía claro cuál era mi
Hermandad ya que siempre me había gustado y había sentido devoción por aquel rostro
de tristeza, por aquella Madre que arrastraba siete dolores como puñales al ver
como su Hijo moría por todo su pueblo.
Creo que en
nuestra madurez como padres y como cofrades, tenemos el deber y la obligación
de dar testimonio de fe para nuestros hijos, estos jóvenes creyentes que por
cierto, en muchas ocasiones son amigos de los hijos de nuestros amigos y que
viven esto como en su día lo vivimos nosotros. No sabéis cuánto me emociona ver
esos grupos que tienen de amigos de distintas cofradías y hermandades, con el
cariño y respeto que se tratan entre ellos, grupos limpios y sanos en los que
no hay rivalidad, sólo hermandad.
A continuación
voy a hablaros de los momentos más especiales para mí de esta semana tan
entrañable, cada día tiene su esencia, su momento fundamental, su bocanada de
aire expirado con un aliento de emoción y devoción, producidas por la
consumación de un acto en un lugar y durante un tiempo determinado.
Domingo de
Ramos, tarde de inmensa emoción, de alegría contenida, de "petalá",
¿verdad Pilar?, tarde de cornetas y tambores, de banda, para esos costaleros
que por unas horas son los pies del Señor y de su Madre la del Dulce Nombre.
El Lunes Santo,
por amor de madre, ese pensamiento para su Soberano a orillas del Guadalquivir
al que gran devoción profesa.
A orillas del
Ebro, Nuestro Padre Jesús Nazareno vuelve como cada año a San Cayetano, tan
especial fue siempre para nosotros y ahora con más razón pues un importante
lazo nos une, es una tarde noche repleta de devoción de un barrio, de una
ciudad…
El Martes Santo
también tiene su encanto, pues en el barrio del Carmen (mi barrio), la Cofradía
de la Piedad recibe al Cristo de los Transeúntes de manos de los hermanos del
Santo Refugio. Momento muy especial que se da esta noche y que a mí me parece
muy tierno, es el recibimiento de Nuestra Señora de la Piedad a su hijo en la
puerta de San Cayetano.
Llega el
Miércoles Santo, un día de serenidad, de seriedad, saber hacer, de orgullo de
pertenecer a esto. Estamos todos formados en nuestra casa cuando se abren las
puertas de San Cayetano y todo comienza en esta noche mágica en la que Nuestra
Madre va al encuentro de su hijo lleno de Dolor, para mí es un momento de
recogimiento, es un sentimiento de amor, tristeza, dolor y alegría a la vez, no
sé, no lo puedo describir, creo que cada uno de vosotros cofrades me estáis
entendiendo.
Todos los
Jueves Santos son tan iguales y tan distintos, en mi casa es un día de cuenta
atrás hacia las 00:00 horas del Viernes Santo, preparativos de los que me tengo
que encargar personalmente, porque si no puede ocurrir que el hijo salga con el
hábito del padre, el padre salga con el del hijo, e incluso el hijo con el del
vecino del sexto, lo digo porque esto ha sucedido. En mi reencuentro como
cofrade he aprendido a poner capelinas, bonetes, peinetas y mantillas, esto
último yo diría que con cierta destreza y en ocasiones en tiempo record.
El Jueves Santo
a las 12:00 de la noche es momento de un vínculo muy especial, de un hijo y un
padre unidos por el amor y la devoción a su Madre, La Piedad.
Cuando en
Zaragoza nuestros titulares ya están en casa, mi pensamiento, se traslada al
corazón de Sevilla, a la Madrugá.
El Viernes Santo
primero un buen desayuno, después hago mi turno de vela, al salir de éste la
plaza está espectacular, teñida de todos y cada uno de los colores de las
distintas cofradías y hermandades. Es mañana de Félix Burriel, de Miñarro, de
blanco y verde. Y tocando el mediodía, mi pensamiento regresa a aquella bella
Sevilla, momento en el que el Cachorro comienza su andadura desde Triana.
La procesión del
Santo Entierro siempre me ha gustado mucho, es momento de hacer balance de
recordar a los que ya no están entre nosotros, yo la vivo con intensidad, y
sobre todo hay dos momentos que me conmueven especialmente, uno es en la Plaza
del Pilar cuando veo alejarse a la Piedad pues ahí están mis dos amores, y otro
cuando ya en San Cayetano pasa el Señor de la Cama, por delante de nuestra
sección, momento en el que doy gracias y le pido que nos ayude para que el
próximo año siga todo igual.
Ya con las flores que arropaban a
nuestras imágenes titulares, en nuestras manos, es momento de volver a casa con
la sensación de todos los años, una sensación de nostalgia, una sensación
de felicidad.
Deseo desde lo más profundo de mi
corazón que este año viváis un año más nuestra semana de pasión con toda la
intensidad, fe, amor, recogimiento y devoción. Y sobre todo con orgullo, con el
orgullo de pertenecer a esta alabada locura.
Y tras este emotivo Pregón y como viene
siendo habitual, pasamos a presentar el cartel con el que nuestra Tertulia
anuncia la Semana Santa, una fotografía realizada por nuestra tertuliana Maite
Cebollada del Paso de Misterio de la Cofradía del Descendimiento de la Cruz y
Lágrimas de Nuestra Señora de Zaragoza. Dicho cartel fue entregado a la propia
cofradía, así como al "Grupo Aragonés El Pilar" en agradecimiento por
cedernos sus instalaciones, y por supuesto a nuestra Pregonera.
Antes de finalizar y pasar a esas
fotografías que quedarán en el recuerdo de un bonito día de convivencia,
queremos un factor que debe estar presente entre los cofrades y que es la ayuda
a los demás, pues sin ella no tendría sentido nuestra convicción cristiana. Por
este motivo quisimos que en nuestro acto estuviese presente algo tan bonito
como la CARIDAD, así que para empezar pusimos la entrada al precio de un kilo
de alimentos por asistente, destinando lo recogido al Barrio de San Pablo de
Zaragoza.
Por otro lado, tuvo lugar una tapa
solidaria con mercadillo cofrade incluido, cuyos beneficios irán a parar al Centro
San Blas de Zaragoza para los sin techo, estando presente su Presidente así
como algunos de sus miembros.
La verdad es que fue un día inolvidable,
una jornada en la que los cofrades confraternizamos disfrutando de momentos de
auténtica amistad, y donde todo presentaba ya cierto sabor a Semana Santa.
Millones de gracias a todos los que por
allí os acercasteis, y gracias también a los que aunque no pudisteis hacerlo
desde la distancia estuvisteis con nosotros a través del corazón.