EL DIA DE NAVIDAD. Omar Millastre.


Eran tres hermanos, llamados Jorge, Javier y Carmen que vivían felices con sus padres. Hacía dos días que habían comenzado las vacaciones escolares, pues era el mes de Diciembre y más concretamente el día de Navidad, y se sentían especialmente nerviosos porque, sin saber como, por esos días todo cambiaba.

Es un día perfecto, dijo Jorge, mirando a través de la ventana. Ha dejado de nevar y no tendremos dificultad para llegar a casa de los abuelos. Carmen, la más pequeña, estaba especialmente nerviosa pensando en los regalos que les iban a hacer.

El mediano, Javier, era un muchacho muy pensativo y mirando a sus hermanos dijo: todo el mundo habla del espíritu de la Navidad, ¿vosotros sabéis qué es eso?. Pero no recibió respuesta, porque tenían otras cosas en la cabeza. Los tres niños con sus padres salieron de casa en dirección a casa de los abuelos, ellos también les llevaban regalos y en los ojos de papá y mamá había un brillo especial.



Foto: Pepe Lasala


Cuando bajaban la escalera, se encontraron con un vecino al que los niños tenían miedo, porque era un hombre con muy mal genio que nunca reía por nada, pero ese día todos se sorprendieron, porque con una gran sonrisa saludó alegremente diciendo: ¡Feliz Navidad!, y les repartió caramelos y les dedicó cariñosas palabras.

Cuando salieron a la calle en busca del coche, se encontraron con otras personas y todas parecían distintas ese día, todo el mundo reía y decía ¡Feliz Navidad!, como si se conocieran mucho.

Por fin llegaron al coche y salieron en dirección a casa de los abuelos,                       pararon en diferentes semáforos, y los conductores de los coches de al lado saludaban también con una gran sonrisa. Parecía que todo el mundo estaba muy alegre.

Ya en casa de la abuela, cuando esta les abrió la puerta, también ella sonreía, parecía hasta más joven , y fue entonces cuando Javier volvió a preguntar: abuela, ¿qué es el espíritu de la Navidad? Todo el mundo se le quedó mirando sin parpadear, y la abuelita cogiéndole de la mano le dijo: contéstame tú primero, ¿te sientes hoy igual que todos los días? Creo que hoy quiero más a mis padres, a mis hermanos, a ti, al abuelo… y que nuestro vecino el que tiene mal genio hoy es un anciano muy simpático. Muy bien Javier, pues, eso que tú sientes, es el espíritu de la Navidad, un sentimiento muy grande que en estas fechas hace que todos sintamos el deseo de ser mejores. Es como si en nuestro corazón se agrandara el amor que el Niño Jesús quiso que tuviéramos entre todos los hombres.

Pasaron todos al salón y se dispusieron a comer. Repartieron los regalos, pero en ese día lo más importante para los tres hermanos fue la alegría y el amor que ya tuvieron para siempre.

OTRA VEZ NAVIDAD. Maite Cebollada.

              Quizás alguno de vosotros sea como yo, de los que año tras año vamos diciendo: cada día me gusta menos la Navidad, cada año me falta más gente cercana, siempre igual comer y más comer…etc, etc. Son los típicos tópicos de Navidad, y en realidad lo sentimos así . La realidad es que como cristianos nos hemos dejado engullir por esta sociedad consumista, que  celebra la Navidad sin sentir en realidad lo que celebra; porque amigos, ¿por qué hemos de estar tristes si nos faltan seres queridos? Eso lo sentimos todos los días, ¿por qué hemos de comer más?

En Belén por aquellos años no se ponían ciegos de dulces precisamente, ¿por qué ponemos un árbol con bolas? Si  en aquellas zonas no hay más que palmeras, ¿por qué los nacimientos con nieve? Nieve en Nazaret, ¡anda ya!

La cosa es que hemos perdido la esencia de lo que realmente estamos celebrando. Celebramos que nació Jesús de Nazaret, el hijo de María y José, el carpintero, ese niño que durante 30 años fue un niño normal (aunque el crío era muy “espabilao” y despuntaba en todo), hasta que sintió que era el momento y decidió dejarlo todo con un único propósito: sacrificarse por todos los que veníamos detrás, por todos sus hermanos, por todos sin excepción.


Foto: Pepe Lasala


Y eso es lo que hay que celebrar que hace 2.000 años nació Él, nuestro Salvador, y eso es lo que nos tiene que alegrar, esa es la alegría que tiene que llenar el corazón de un cristiano. Es como cuando celebramos el cumpleaños de un padre, de un hijo, de un amigo, de un abuelo, de tu mujer, de tu novio,… ¿por qué lo celebras?; porque te ha dado la vida, porque le has dado la vida, porque está contigo por encima de todo, por ser como es, porque le amas. Pues imaginaros todo eso multiplicado por el infinito, por ese resultado es por lo que tenemos que estar felices, por que celebramos que ha nacido el personaje mas maravilloso que ha podido existir nunca, el que dio su vida, el que se dejó morir, el que se dejó humillar, el que se dejó matar por nosotros. Y ahora os pregunto, ¿puede haber algo más grande que esto?, ¿puede haber un mayor motivo de alegría que celebrar el cumpleaños de una persona tan maravillosa y que nos ha amado tanto?

Seamos conscientes de lo que celebramos, y basta ya de dejarnos llevar por fiestas impuestas. Celebremos simplemente un cumpleaños, el de nuestro hermano Jesús de Nazaret.    

DE TERTULIA CON... MOISES RUZ. Pepe Lasala.


Moisés Ruz Lorenzo, director y presentador de “El Programa” de Giralda TV, es uno de los profesionales del periodismo que nos informa de todo lo que acontece en el mundo de las Hermandades y Cofradías de Sevilla, pero además, es un cofrade que siente verdadera pasión por nuestra Semana Santa. Con él estuvimos de tertulia cofrade.


Foto cedida por Moisés Ruz Lorenzo.


Para comenzar Moisés, siendo gaditano como eres, ¿de qué forma llegas a Sevilla y en particular a tus Hermandades?
-Pues llego a Triana muy pequeño. Nazco en Cádiz, ya que mi madre es de esta hermosa tierra, y con 3 años, después de vivir incluso en Huelva, me instalo definitivamente en el corazón de Sevilla por motivos laborales de mi padre, que si es trianero de toda la vida. Es él el que me hace hermano de San Gonzalo en el mismo día que nazco. Fue costalero del Señor del Soberano Poder durante muchos años e incluso, es curioso, mi nombre nace en uno de los tantos ensayos que antiguamente se realizaban por la calles de Sevilla en los meses previos a la Semana Santa. Así que mi nombre nació entre las trabajaderas de mi Cristo de San Gonzalo.

Respecto a tus Hermandades de Penitencia, ¿cómo participas en ellas tanto en épocas de Cuaresma y Semana Santa como el resto del año?
-Primero comentar que pertenezco a San Gonzalo, el Gran Poder y La O. Como te comentaba con la que me identifico de toda la vida es con la que procesiona cada Lunes Santo. Allí me forjé como, espero, buen joven cofrade. Son muchos los días que pasé bajo las paredes de su casa hermandad. Incluso algún año formé parte de su junta de gobierno como auxiliar del grupo joven. También he formado parte de su cuerpo de acólitos durante 5 años, de los cuáles 3 tuve la enorme fortuna de ser el pertiguero del Soberano Poder, hasta que el pasado Lunes Santo me ‘corté la coleta’ en un día trágico por la lluvia, que impidió la salida de San Gonzalo. Tampoco olvido los grandes momentos, los inolvidables viernes del año que disfruté en la sevillana Plaza de San Lorenzo. Allí, bajo el poder de Jesús encontré un grupo de amigos cofrades que aún puedo presumir de mantener. Y es que aunque mi vida se quede en San Gonzalo, reconozco con orgullo que mis primeros pasos en una hermandad fueron en el Gran Poder. ¿Cómo me iba a olvidar de aquella Madrugá que fui acólito del Señor de Sevilla? Y de La O, las raíces de Triana. Uf, me encanta la señora de la calle Castilla. Por el momento estoy a estrenar allí, ya que soy hermano desde hace escasamente 3 meses.

¿Y en las Glorias?
-En las Glorias es dónde ahora habito con más ahínco y hago vida de hermandad, necesaria para cualquier buen cofrade. Soy de la Pastora de Triana, como no, dónde además desempeño un cargo en su junta de gobierno. Las Glorias en general son otra historia muy distinta. Donde en una hermandad de Penitencia con dar una palmada aparece todo el dinero para realizar un paso, en una de Gloria tienes que sudar sangre para conseguir siquiera pagar las flores. Es la magia que tienen lo que para muchos son ‘las pequeñas’. Si fueran tan pequeñas, a sabiendas de los recursos que más de una tiene, no saldrían ni a la calle. Lo que pasa es que las Glorias es el camino al doctorado cofrade, por encima ya no hay nada más, jeje. Son muy ricas en valores y sin duda merecen y de qué manera la pena.

En cuanto a tu profesión, ¿qué te impulsó a declinarte por el periodismo?
-Eso me pregunto yo todavía, jeje. No hombre, fuera de broma. El periodismo no es una simple profesión, es una devoción. Quien quiera ser millonario trabajar de ‘plumilla’ no es el mejor consejo que yo podría darle. Creo que alguien me iluminó. Me puso un folio en blanco delante y me pidió que le informara. Al parecer lo conseguí porque mira, al periodismo afortunadamente me dedico, al menos por el momento. Lo tuve claro desde que cursaba la Secundaria. Lo mío era escribir y sí te digo algo a favor de nuestro mundillo…, no creo que un banquero (sin menospreciar su trabajo, claro está) sienta la misma satisfacción que un periodista cuándo ve publicado su trabajo y sabe que está ayudando a miles de personas. No seremos ricos, pero nos gusta nuestro trabajo.


En lo que a Semana Santa se refiere, has ejercido tu labor como periodista en Televisión, Radio y prensa escrita, ¿qué te aporta como cofrade cada uno de estos tres medios?
-Como se diría en el argot flamenco, he tocado todos los palos. Y la verdad que cada cuál te aporta lo suyo. Pero no me voy andar con rodeos, como lo que te da la radio no hay absolutamente nada. Ese cara a cara, estar en medio de toda una auténtica bulla cofrade, tener que correr de un lado a otro para llegar al paso de una cofradía por una calle…, esa es la magia de la radio. Luego por supuesto una televisión aporta mucha diversidad, sobre todo porque retransmitiendo tienes que ser capaz de contar lo que está pasando en Campana para luego en 5 minutos hacer lo propio, por ejemplo, en el Arco del Postigo. Es bonita, tiene su encanto, y una cosa que resalta por encima del resto, que en la tele te das cuenta de la capacidad de convocatoria a nivel mundial que tiene nuestra Semana Santa. Que en una retransmisión te escriban por facebook desde Tokio, Perú, Canadá…, eso no tiene precio. Y luego está la prensa, que está para currarla antes de la semana grande. Te ayuda a enterarte de muchos detalles que uno ni siquiera creía que podían existir. Pero para antes de Semana Santa, por favor.

El hecho de realizar un programa semanal que se convierte en diario durante la Cuaresma, implica abordar de lleno toda la actualidad cofrade incluyendo noticias de última hora, ¿cómo preparas tus programas?
-Con mucho mimo y cariño. Es como un niño pequeño, hay que darle mucho amor. Se prepara porque tengo por detrás un auténtico equipazo. Con Carlos Cabrera y Juanma Labrador en la redacción, con un operador de cámara que no se le escapa una, Manuel Mateos, con el bueno de Josema García realizando y con un productor que vale su peso en oro, el querido Pepín Barreno. Así es fácil crear un programa, sea de la índole que sea. Y bueno, sobre la preparación nosotros solemos sentarnos cada viernes, una vez ya ha sido emitido El Programa de cada jueves (a las 21 horas en Giralda TV o www.giraldatv.es, jejeje), y allí plasmamos qué puede traer de interesante la próxima semana y allí que vamos. Luego tenemos nuestros reportajes como se denomina en este mundillo, en nevera, que le vamos dando salida cuando vemos conveniente porque no tienen una alta carga de actualidad. Pero sobre todo ello prima una misión, mostrar las cofradías de Sevilla desde otro punto de vista. Porque afortunadamente en la información cofrade no está todo inventado, es más, diría que hay poco creado.

Has realizado un buen número de entrevistas a muchos cofrades sevillanos, ¿cuál ha sido la que más te ha impactado?
-Sin duda la que le hice a nuestro Arzobispo D. Juan José Asenjo Pelegrina. Implicó mucho aquella cita. Primero porque era la primera entrevista tras la llegada del nuevo Prelado a Sevilla. Segundo porque estábamos casi recién nacidos en la tele. Y tercero porque lo pintaban como un ogro, aunque después de charlar con él durante 20 minutos te das cuenta que ante todo es una bellísima persona. Fue un día emocionante por todo lo que le rodeaba y sobre todo, tras ello, inolvidable.

Actualmente tu programa está teniendo muy en cuenta a las Hermandades de Gloria, ¿piensas que este hecho ha servido para que finalmente ocupen el lugar que merecen?
-No quiero pensar que sea necesario un medio de comunicación para primar de importancia a hermandades que muchas de ellas tienen hasta 3, 4  e incluso 5 siglos de historia. Si es cierto que son como una fuente repleta de agua y por estrenar, ya que poco tratamiento tenían las Glorias hasta ahora a nivel informativo. Pero merece la pena, pero no te puedes hacer una idea. Tienen tesoros e historias qué más quisieran algunas Penitencias poseer. Afortunadamente parece que las Glorias vuelven a resurgir tras un siglo lleno de inclemencias. Pero te aseguro que los culpables de ello no somos nosotros, sino los grandes cofrades que las rodean.

Durante la Semana Mayor, es ya habitual la presencia de cámaras y micrófonos en diversos puntos de la ciudad, ¿cómo se organiza un despliegue de tal magnitud?
-Uf, si yo te contara…Es mucho trabajo, muchos días previos de reuniones mientras otros cargan cables, cables y más cables. Este año Giralda TV ha marcado un antes y un después en este tipo de despliegues, sin duda por encima de lo anteriormente ya inventado. Si no recuerdo mal fueron 120 trabajadores los que estuvieron por detrás de las cámaras y todo para llegar a una docena de puntos informativos, contando Carrera Oficial, salidas o entradas y diversos focos repletos de pasos de cofradías como son el Arco del Postigo, la Cuesta del Bacalao o el Salvador, entre otros muchos. Fue un curro importante, a la vez que necesario para dar un pasito más en la información cofrade.

¿De qué forma te permite tu profesión disfrutar de la Semana Grande?
-Como diría el de arriba, de lo justo y necesario. Dado que un servidor entra en la cadena sobre las 3 de la tarde y sale el día más temprano a las 11 de la noche, pues ya me dirás. Del centro histórico ya se me han ido casi todas, así que tengo que irme a buscarlas, pero eso me encanta. ¿Sabes lo bueno de todo esto? Que ahora valoro mucho más ver una cofradía desde su cruz de guía hasta el último músico del palio, y también, un hecho que antes nunca llevaba a cabo porque solía ver todas, que selecciono la que realmente esa noche me apetece ver. Ahí es nada. ¿Candelaria por los Jardines de Murillo o San Esteban por su calle Águilas? ¿San Bernardo por el puente o el Cristo de Burgos de vuelta por su Plaza de San Pedro?..., ¿Tú cuál elegirías?

A todos los cofrades, en más de una ocasión, se nos ha hecho un nudo en la garganta presenciando algún momento especial de nuestra Semana Santa, ¿resulta complicado mantener la emoción cuando se está retransmitiendo una Procesión en directo?
-Sí, y mucho además. Hecho no obstante que agradezco enormemente, porque de lo contrario tendría que empezar a plantearme si esto de las cofradías me está dejando de gustar. Pero sí, es bonito ver entre una candelería encendida el rostro de la Macarena, o el paso sobre los pies del misterio de las Tres Caídas de la Esperanza de Triana, y encima de todo cuéntalo. Hay momentos en la vida que no necesitan palabras, así que a veces mientras me emociono como los miles y miles de espectadores que ven en ese momento Giralda TV dejo que hablen las imágenes. Además, para más inri, ahora se me va a presentar un auténtico dilema. Soy de San Gonzalo como ya te comentaba y este año mi Cristo del Soberano Poder presidirá el Vía Crucis de Sevilla. Pues bien, como es tradición también lo hacemos en directo. No sé yo si podré aguantar la emoción cuando se vivan momentos históricos bajos los muros catedralicios. La solución, el próximo 14 de marzo, jejeje.

Como buen escritor y cofrade que eres, has exaltado gran cantidad de pregones, ¿cuál recuerdas con más cariño?
-Cada uno me ha aportado algo diferente al otro. Son muchos momentos inolvidables, pero sobre todo muchas personas que ves como preparan con todo su cariño y ahínco el pregón de su hermandad, de su barrio, o de su peña de amigos. Me vuelco con todos por igual, ¿sabes por qué?, porque lo mejor que tiene de dar un pregón de esta índole no es escribirlo, sino conocer a otra serie de personas que sienten como tú.

Es posible que en estos momentos estemos hablando con un futuro pregonero de la Semana Santa, ¿qué significaría para ti subirte al atril del Maestranza?
-Ya en sí la frase te la discutiría. Es muy, pero que muy complicado imaginarse en el atril maestrante. Eso debe ser como una luz divina que te llama ese día, véngase a referir al Presidente del Consejo de Hermandades cuando llama a fulanito para nombrarlo pregonero. Creo que muchos lo sueñan, pero pocos lo imaginan. Y yo si te digo la verdad no hago ninguna de las dos cuestiones. Así si algún día llegase esa llamada lo viviría sin duda como pocos. Pero hay muchos grandísimos pregoneros que tendrán que pisar las tablas del Maestranza mucho antes que yo.

Ya para terminar, puesto que estamos en una Tertulia, y como participante que has sido en alguna de ellas, ¿cómo ves las tertulias cofrades en la actualidad?
-Fundamental. Haces amigos, te tomas tus cervecitas heladas (si es Cruzcampo mejor que mejor, jeje) y además hablas y aprendes sobre este mundillo que a tantos nos vuelve loco. ¿Se puede pedir más? Quienes quieran ver lo contrario es que no son de este mundo…cofrade.

Muchísimas gracias Moisés por participar en nuestra Tertulia hablando de lo que más nos gusta: la Semana Santa.