El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad.
(Giovanni Papini)
La esperanza es un árbol en flor que se balancea dulcemente al soplo de las ilusiones.
(Severo Catalina)
Y tú, oh Belén, pequeña eres entre las ciudades de Judá, pero de ti saldrá el que es desde la eternidad.
(Miqueas)
Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas.
(Miguel de Cervantes)
Cuando te das cuenta de que deseas pasar el resto de tu vida con una persona, quieres que el resto de tu vida empiece lo antes posible.
(Billy Cristal)
Lo que embellece al desierto es que en alguna parte esconde un pozo de agua.
(Antoine de Saint-Exupéry)
Nuestras vidas son los ríos | |||
que van a dar en la mar, | |||
que es el morir, | |||
allí van los señoríos | |||
derechos a se acabar | |||
y consumir; | |||
allí los ríos caudales, | |||
allí los otros medianos | |||
y más chicos, | |||
y llegados, son iguales | |||
los que viven por sus manos | |||
y los ricos. | (Jorge Manrique) |
Al igual que nos creaste por tu Hijo, así, por el santo amor con que nos amaste, quisiste que Él, verdadero Dios y verdadero hombre, naciera de la gloriosa siempre Virgen beatísima Santa María.
(San Francisco de Asís)
En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente.
(Khalil Gibran)
La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.
(Sigmund Freud)
Vive como si fueras a morir mañana, aprende como si el mundo fuera a durar para siempre.
(Mahatma Gandhi)
Una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre su recuerdo se evapora, una oración por su alma la recibe Dios.
(San Agustín)