No es con una idea como se levanta a un hombre, sino con un sentimiento.
(Hipólito Taine)
Cuando naciste, lloraste y el mundo se regocijó. Vive tu vida de modo que cuando mueras, el mundo llore y tú te regocijes.
(Proverbio Tibetano)
Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.
(Alfred Tennyson)
El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.
(Victor Hugo)
Cada obra de amor, llevada a cabo con todo el corazón, siempre logrará acercar a la gente a Dios.
(Madre Teresa de Calcuta)
El mayor artista es aquel que en la suma de sus obras ha incorporado el mayor número de sus mejores ideas.
(John Ruskin)
Es imposible hacer una buena película sin una cámara que sea como un ojo en el corazón de un poeta.
(Orson Welles)
El secreto del éxito en la vida de un hombre está en prepararse para aprovechar la ocasión cuando se presente.
(Benjamin Disraeli)
No pido riquezas, ni esperanzas, ni amor, ni un amigo que me comprenda; todo lo que pido es el cielo sobre mí y un camino a mis pies.
(Robert Louis Stevenson)
No eres más porque te alaben, ni menos porque te critiquen; lo que eres delante de Dios, eso eres y nada más.
(Thomas De Kempis)
Nunca abandones un sueño por el tiempo que te puede tomar. De igual forma, el tiempo pasará.
(Earl Nightingale)
La decisión del primer beso es la más crucial en cualquier historia de amor, porque contiene dentro de sí la redención.
(Emil Ludwig)
El elixir de la eterna juventud está escondido en el único lugar en donde nadie se le ocurre buscar: en nuestro interior.
(Francisco Javier González Martín)
Cuando creas que Jesucristo te ama y te espera, aparecerá en ti el deseo de la Eucaristía.
(Tadeu Daczer)
Una gran filosofía no es la que instala la verdad definitiva, es la que produce una inquietud.
(Charles Péguy)