Hace tan sólo
unos días, los cofrades de esta Tertulia, decidimos reunirnos para pasar una
jornada de convivencia tal y como venimos haciendo una vez al mes desde hace un
par de años. Ni que decir tiene que, allá donde vamos, siempre os llevamos en
el corazón, y por ello, queremos compartir con vosotros “aquel maravilloso día”.
Normalmente,
el lugar de encuentro, es el local que gustosamente nos ceden nuestros amigos
del “Grupo Aragonés El Pilar”, pero en esta ocasión, quisimos hacer algo
diferente; así que, nos montamos en nuestros coches y, pasando antes por el
Pilar para lanzarle un beso a la
Virgen , cogimos como aquí se dice “carretera y manta”.
Hacia el medio
día, llegamos al punto acordado para la ocasión, el barrio Oliver de Zaragoza,
un lugar situado al oeste de la ciudad el cuál, habitado por gente entrañable y
acogedora, debe su nombre a Mosén Manuel Oliver, o mejor dicho, al “cura
Oliver”, pues es así como lo nombran los castizos auténticos y genuinos de la
zona. Una vez allí, y con el mero objeto de combatir estos fríos invernales,
nos introducimos en el “Donaire”, un sitio de confluencia de los cofrades de la
zona, donde nos aguardaba un cocidito de los que “quitan er sentío”. De modo
que, tras tomar asiento y tan sólo con la intención de templar un poquito el
cuerpo, nos pusimos “al lío”.
Y como esta
Tertulia, sin la Fe
y la devoción no tendría ningún sentido, tras una breve pero bien aprovechada
sobremesa, nos dirigimos de la mano de nuestro contertulio Javier a la Parroquia de la Coronación de la Virgen , una Iglesia ubicada
en el propio barrio, y en la que habita la Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción y Llegada de
Jesús al Calvario. Allí nos esperaba con los brazos abiertos su Hermano Mayor,
Ángel, quien amablemente nos invitó a pasar para contemplar a su Virgen,
Nuestra Señora del Perdón. Según nos contaron, es obra de un escultor sevillano,
Salvador Madroñal, aunque yo con todos mis respetos no les creí, pues no hay
más que mirarla a los ojos para percibir que el mismo Dios la modeló con sus
manos y en forma de estrella la envió desde el Cielo para bendecir este barrio.
A ti Madre del
Perdón,
vengo al oído a
contarte
cómo quiere ya tu
gente
pasearte por las
calles
de la Tierra del Pilar,
¡tu Zaragoza Cofrade!
para llegar al
Calvario
y con cariño
abrazarte.
A ti Madre del
Perdón,
quiero una Jota
cantarte
para calmar tu dolor
el Jueves Santo en la
tarde,
cuando a la Coronación
donde Tú eres
estandarte
con amor y devoción
vaya tu barrio a
esperarte.
Una vez
entrada la noche, y debido a las “obligaciones cofradieriles” de algunos de
nuestros miembros, nos dirigimos hacia el Casco Histórico, y concretamente a la
zona de La Magdalena ,
o como aquí decimos, “La
Madalena ”, sin la “G”, que los que me vais conociendo sabéis
que me gusta mantener las buenas costumbres. Allí ensayaban las cuadrillas de
costaleros de la Hermandad
de la Humildad ,
en las que participaron algunos de nuestros tertulianos: los más jóvenes bajo
el Paso, y algún experto veterano como nuestro querido Domingo, como “contraguía”,
que para quien no esté metido en el mundillo, se trata de la persona que ayuda
al “capataz”, que es quien manda en el Paso, para que los costaleros de la parte
trasera puedan escuchar sus órdenes. El ambiente que allí se respiraba, nos
anunciaba con aires de brisa fresca que, “poquito a poco y sin achuchá”, la Semana Santa se va acercando.
Al final del
ensayo, algunos se fotografiaron con sus madres, tertulianas y cofrades por los
cuatro costaos; y es que no hay nada más bonito que cuidar a la madre que Dios
nos ha dado en la Tierra ,
para que así, amemos a nuestra Madre del Cielo.
Y ya para
finalizar, tuvimos el placer de acudir a la Casa de Hermandad de la Humildad , donde la
camaradería y el buen ambiente cofrade estaban a flor de piel.
Tras este
ajetreado día, y antes de irnos a dormir, sólo nos queda daros las gracias por
acompañarnos y compartir con nosotros nuestra ilusión, nuestra bendita locura…
nuestra Pasión. Que descanséis, y no os olvidéis de rezar antes de ir a la cama.
Jesusito de mi vida,
eres niño como yo,
por eso te quiero
tanto
y te doy mi corazón.
tómalo, tómalo,
tuyo es y mío no.
FELICES SUEÑOS.