DE TERTULIA CON... LOS ARMAOS DE LA MACARENA. Pepe Lasala.


Hoy, en nuestra Tertulia, vamos a conocer a través de una entrevista a la Centuria Romana de la Hermandad de la Macarena, llamados popularmente en Sevilla “Los Armaos”. Para ello, hablamos con su Capitán, D. Fernando Vaz Calderón.



Fernando Vaz Calderón. Capitán de la Centuria.



Para comenzar Fernando, y a modo de presentación, ¿qué son los Armaos de la Macarena?
Los Armaos de la Macarena son un grupo de macarenos que visten una indumentaria a la usanza romana aunque adaptada al costumbrismo sevillano, que procesionan en la Madrugá del Viernes Santo tras el paso de misterio del Señor de la Sentencia. Durante el resto del año, procuramos frecuentar la Hermandad con asiduidad y colaboramos con ésta implicándonos en sus fines. Somos, pues, un grupo de hermanos que se diferencian de los demás únicamente en la Estación de Penitencia y por el atuendo tan característico.




Armaos de la Macarena.


¿De qué época datan?
Los primeros datos documentados están fechados en el siglo XVII, aproximadamente sobre la década de los sesenta. En un principio, la Centuria estaba compuesta por oriundos del propio barrio de la Macarena. Hoy día, lógicamente, esta tendencia ha cambiado algo aunque procuramos mantener esa unión con el barrio y con sus señas de identidad.

Todos sabemos que al hablar de “Centuria”, nos referimos a cien hombres, pero, ¿es este el número exacto de componentes?
No, aunque es cierto que así lo identifica la gente. El número actual es de 129 (incluido el cornetín, que es un hermano en edad infantil, normalmente de cinco o seis años, que desfila acompañando al Capitán), de los cuales 61 forman parte de la banda.

Entiendo que la lista de espera para formar parte de la Centuria es bastante gruesa. ¿Qué requisitos hacen falta para ser Armao?
Efectivamente, el número de aspirantes es enorme, si atendemos a un concepto meramente administrativo. Girará en torno a los doscientos. Ahora bien, si hablamos de su implicación en la vida de Hermandad (que es el primer criterio de elección conforme prescribe nuestro Reglamento de Régimen Interno), entonces este número baja de forma considerable. Una cosa es apuntarse a una lista y rellenar una solicitud, y otra muy distinta es implicarse como macareno desde el compromiso y la fidelidad a la Hermandad. Otros criterios a tener en cuenta son, obviamente, el número de años de espera, que también es importante y varía según la época, el número de años que el hermano lleva participando en la Estación de Penitencia como nazareno o en otro puesto de la Cofradía, o incluso, en igualdad de condiciones, el número de antigüedad que se posea como hermano de la Hermandad.




Armaos junto a su Capitán.


Al igual que Ud. ostenta el rango más alto, que es el de Capitán, ¿qué otras graduaciones existen y cómo se diferencian en el uniforme?
Nuestras Reglas establecen como cargos con potestad y autoridad únicamente al Capitán y al Teniente, siendo la función de este último la de asesorar a aquél en las funciones de dirección de la Centuria. El resto de puestos distintos de los armaos rasos son cargos meramente simbólicos que se han ido conformando a lo largo del tiempo, pudiéndose destacar aquí al Cabo Gastador, al Cabo Escolta del Capitán, al Alférez y a los Cabos del Senatus y de la Gandinga (que es el término popular con el que se conoce a la escolta que cierra la formación). El Capitán y el Teniente llevan motivos dorados en las corazas y llevan 21 plumas y 19 respectivamente, así como muñequeras también doradas. El resto llevan corazas plateadas y muñequeras de cuero, portando 17 plumas el Alférez, 11 los cabos y 7 los armaos rasos.



Plumas en el uniforme de los Armaos.


¿De qué forma se asciende de graduación?
No existen los ascensos como tales, pues como hemos explicado, los cargos con potestad son nada más el Capitán y el Teniente, que son puestos de confianza de la Junta de Gobierno. La ubicación de cada armao en las filas es de libre propuesta por parte del Capitán, siendo aprobada la lista en última instancia por la Junta de Gobierno. Los nuevos entran por aplicación de los criterios expuestos anteriormente. No obstante, es cierto que lo normal es que quien comienza a salir de armao empiece por atrás, es decir, ubicándose en la última fila. A partir de ahí se va avanzando en la formación acercándose al paso con el transcurrir de los años. Los puestos sin autoridad aunque distintos de los armaos rasos son de libre designación por parte del Capitán de los Armaos y de entre los mismos.

Respecto a la formación en la calle, ¿se tiene en cuenta el rango de cada Armao?
Para que nos entendamos, la estructura de la formación en la calle es la siguiente: justo detrás el paso de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia se ubica el Cabo Gastador. Tras él aparece la Escuadra de Gastadores, compuesta por tres filas de tres armaos cada una (normalmente se procura que éstos sean los más altos y corpulentos). Detrás de la última fila se posiciona la banda, y al finalizar ésta aparece el Capitán, acompañado del Cornetín. Detrás de él va el Cabo Escolta del Capitán y, a su vez, detrás de éste va la Escolta del Capitán, compuesta por seis filas de tres miembros cada una. Tras la citada escolta se ubica el Teniente, y detrás de éste comienza la Escolta del Teniente con la siguiente estructura: primera fila compuesta por el Alférez (que porta el Senatus de la Centuria, popularmente conocido como "El Pájaro", por estar coronado por el símbolo romano del Águila Imperial) y, a cada lado de éste, los dos Cabos del Senatus, conformando pues otra fila de tres. A partir de ahí existen otras cinco filas más de tres armaos cada una. Por último, detrás de esta Escolta comienza la Gandinga, con una primera fila compuesta por tres armaos en cuyo centro va el Cabo portando el Banderín (otra insignia de la Centuria), y siete filas más de tres armaos. Espero que sus lectores hayan podido imaginarse el dibujo, que entiendo es complicado en una primera y rápida lectura.




Formación en la calle.


Hay una sección dentro de los Armaos, la cuál ya ha nombrado en esta entrevista, a la que se conoce como “la gandinga”, ¿a qué se debe este nombre?
Como ya hemos comentado, la "gandinga" es la escolta que cierra la formación de la Centuria. El origen de esta denominación es una muestra más de la vinculación que existe entre los armaos y el barrio de la Macarena, arrabal netamente popular y humilde que ha alcanzado una considerable repercusión universal gracias a la devoción sin igual que despierta la Virgen de la Esperanza (el término "Macarena" se añade oficialmente como nombre tras la Coronación Canónica firmada por la Santa Sede en el año 1964, por lo que hoy la Virgen es nombrada oficialmente como Esperanza Macarena, tomando así también el nombre de su barrio, aunque su advocación original y el nombre con el que los macarenos la conocen es el de Esperanza. "La Macarena" es un término con el que los macarenos identifican a la Hermandad en su conjunto, y el nombre con el que suelen identificar a la Virgen la gente normalmente más alejada de la Hermandad. En el seno de ésta siempre es la Virgen de la Esperanza).




Nuestra Señora de la Esperanza en su Paso. (La Macarena)


El caso es que en los primeros años de vida, y durante bastante tiempo, el comportamiento de la Centuria fue díscolo y poco disciplinado, difuminándose la frontera entre lo que sería una estampa costumbrista y popular y un comportamiento poco deseable. Durante los siglos XVII y XVIII era frecuente la sanción a sus miembros e incluso la suspensión del acompañamiento en la formación de la Cofradía. Dadas las mentalidades de entonces y las penurias existentes, el sentido con que se participaba en la Cofradía estaba muy alejado de lo que hoy podemos ver. Lo cierto es que los mozalbetes del propio barrio eran los que solían salir de armao, a veces a cambio de una cantidad determinada de arrobas de vino, como consta en numerosos y curiosísimos documentos que se conservan en el archivo de la Hermandad. Esta tendencia duró muchos años, acentuándose en unas épocas y rebajándose en otras.



Plaza de la Encarnación.


Como la mayoría de los componentes procedían del barrio y del entorno de los Mercados de Abastos de la Plaza de la Feria y de la Plaza de la Encarnación, los más díscolos eran colocados en las últimas filas para procurar que se notara menos su indisciplina. Y en la jerga de los placeros de los Mercados, la "gandinga" es y era la parte inútil que se deshecha del pollo, es decir, lo que no sirve. De ahí que se conocieran a quienes eran los más indisciplinados que iban al final de la formación y causaban más problemas como la "gandinga" de la Centuria, término que hoy se ha tornado en cariñoso y en un ejemplo más de la unión que existe con las señas de identidad del propio barrio de la Macarena.

En cuanto a la Banda de Cornetas y Tambores Centuria Romana de la Macarena, ¿se rige por las mismas normas que la Centuria propiamente dicha?
La Banda de Cornetas y Tambores, en la Estación de Penitencia, se encuentra bajo las órdenes del Capitán, a salvo el aspecto musical, que por razones obvias queda en manos de su Director Musical, que es quien ordena este aspecto y propone a sus componentes bajo su criterio de idoneidad musical. Durante el resto del año procuramos convivir frecuentemente, pero lógicamente su funcionamiento no es similar porque los músicos tienen que ensayar durante todo el año, aspecto meritorio que dentro de la Centuria se valora mucho. Pero sobre la formación como tal en la Madrugá del Viernes Santo quien manda es el Capitán.




Banda de cornetas y tambores detrás del Señor de la Sentencia.


En la jornada del Jueves Santo, la actividad de la Centuria se encuentra en plena ebullición. Cuéntenos, ¿cómo transcurre el día?
Bien, para parte de la Centuria la jornada comienza bien tempranito. Más concretamente, a las ocho de la mañana del Jueves Santo con la Guardia de Honor, acto voluntario para trece armaos, uno de los cuales es el responsable o "Cabo de Guardia". Como es sabido, es costumbre en la Semana Santa de Sevilla que antes de realizar la Estación de Penitencia se abran los Templos desde muy temprano para que los fieles puedan entrar a visitar los pasos y las insignias. En el caso de la Hermandad de la Macarena, la Basílica se abre a las nueve de la mañana y se cierra en torno a las tres de la tarde, formándose colas impresionantes, y pasando por delante de Nuestros Titulares miles y miles de fieles para admirar en la quietud los pasos procesionales.




Armaos pasando por delante de la Basílica.


Pues bien, para dar realce a esta visión, en los años ochenta se ideó la posibilidad de crear un cuerpo de guardia voluntario, de forma que mientras transcurren las filas, cuatro armaos se posicionan en las esquinas del paso de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena, y dos en la delantera de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, en una estampa preciosa. Se establecen pues turnos de media hora con otros seis miembros más que esperan dentro de las dependencias a que se produzcan los cambios de guardia que dirige el Cabo de Guardia.



Nuestro Padre Jesús de la Sentencia.


Después de ello, se cita a la Centuria al completo, salvo el Teniente y el Capitán, sobre las seis de la tarde o las siete, dependiendo del año, en el atrio de la Basílica. Los Armaos realizamos a paso ordinario (para entendernos, a marcha militar) un recorrido que comienza con la recogida del Teniente primero y del Capitán después en los domicilios donde se vistan (normalmente en alguna casa del entorno del barrio), siguiéndose con la visita a las Instituciones tradicionalmente más ligadas a la Hermandad de la Macarena, como son el área de Oncología del Hospital Infantil Virgen del Rocío o del Virgen Macarena, la Hermandad de los Gitanos, el Excmo. Ateneo de Sevilla, el Mercado de la Plaza de la Encarnación, el Convento de las Hermanas de la Cruz y la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, encuentro sublime con el Señor en la Basílica de la Plaza de San Lorenzo. Hay años en los que este listado varía algo, pero estos son los sitios fijos. Posteriormente, en torno a las once y media de la noche, regresamos a nuestra Basílica entre los aplausos del gentío que espera ansioso la salida de su Cofradía. A partir de aquí salimos ya con nuestra Hermandad a la calle, acompañando a Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, finalizando la Estación de Penitencia en torno a las tres de la tarde del Viernes Santo con el regreso de ese regalo del Cielo que es la Virgen de la Esperanza.



Jesús del Gran Poder en su Basílica.



Plaza de San Lorenzo.


Por tanto, si uno ha decidido apuntarse a la Guardia de Honor, prácticamente podemos decir que está sobre las treinta horas vestido de armao, con el breve descanso del mediodía. Si no es así y sale por la tarde, la jornada ronda las veinte. Un gran esfuerzo físico, como se puede comprobar.

Supongo que, sobretodo en las visitas a los hospitales, se vivirán momentos de verdadera emoción, ¿se puede describir ese sentimiento?
Es difícil hablar de eso. Es un precipicio que se da entre la alegría que llevamos porque para nosotros es el día más importante del año y el abismo de la realidad que existe en muchos lugares y a la que, como cristianos, católicos y macarenos, estamos obligados a atender llevando nuestro tesoro más preciado, que es a la Virgen misma: la Esperanza. Cuando salimos nos marchamos reconfortados y con la sensación de haber cumplido con nuestro deber.

En la noche del Jueves al Viernes Santo, conocida popularmente como “La Madrugá”, acompañan en Estación de Penitencia al Señor de la Sentencia y a la Virgen de la Macarena, ¿cómo es la Madrugá de los Armaos?
Una vez que regresamos a la Basílica y comenzamos la Estación de Penitencia con la Hermandad, nuestra Madrugada es similar a la de cualquier otro hermano que en ella participe, excepción hecha de la peculiaridad del atuendo. Sentimentalmente, pienso sinceramente que no hay experiencia más hermosa para un cofrade, y más si es macareno, que salir de armao. Un gozo permanente y una ilusión infinita.



Armaos durante la Estación de Penitencia en la Madrugá.


Hay una anécdota que me gustaría que quedase aquí reflejada, y es algo que ocurrió en los años 70 entre los Armaos y los costaleros profesionales, ¿sabe a qué me refiero?
Sí, la conozco. Este fue el inicio de la época actual de los hermanos costaleros. Hasta finales de los setenta, las cuadrillas de costaleros que portaban los pasos estaban compuestas por costaleros profesionales, que cobraban durante toda la Semana por salir todos los días.

Cuando en la Macarena se crea la cuadrilla de hermanos costaleros, y dado que era una situación nueva que provocaba cierta inseguridad, se acordó para el primer año que los profesionales relevaran a los hermanos a la altura del Mercado de la Encarnación (aclaremos que por allí se pasa en el recorrido de regreso unas tres horas después de haber salido de la Catedral, en torno a las ocho de la mañana).

La ilusión que llevaba la cuadrilla de hermanos, que había respondido bien durante toda la noche, hizo que éstos se negaran a ser relevados por los costaleros profesionales que ni tan siquiera eran hermanos. Esta negativa provocó una situación tensa entre dimes de unos y diretes de otros y los armaos se posicionaron a favor del sentimiento macareno de sus hermanos y rodearon el paso impidiendo así que se produjera el relevo. La Cofradía, pues, siguió paseándose con sus propios hermanos debajo del paso del Señor de la Sentencia. Así hasta hoy día.



Armaos tras el Paso del Señor de la Sentencia.


Durante el resto del año, ¿cuál es la misión de los Armaos dentro de la Hermandad?
Pues, como ya hemos señalado, la de implicarnos en la Hermandad. La de hacerla punto de encuentro para convivir y confraternizar, y también, por supuesto, para formarnos como cristianos y para ayudar en las tareas de caridad que se nos requieran y estén a nuestro alcance. A este fin, tenemos reuniones los primeros lunes de cada mes y, en Cuaresma, tenemos nuestro propio pregón, un acontecimiento no sólo en la Hermandad de la Macarena, sino también en toda la Sevilla cofrade.

Y ya para terminar, y en lo que a sentimiento se refiere, ¿qué significa ser Armao?
Ser macareno es una forma de vida. Y si hay una estampa que resuma la idiosincrasia de la propia Hermandad, esa es la del armao. Ser armao es estar alegre, saber compartir los momentos con sus hermanos, vivir en la alegría de la Esperanza cristiana. Una filosofía de vida que procuramos cultivar y expandir.

Gracias mi Capitán, por haber compartido su tiempo con nosotros en este ratito de buena tertulia.
Pues muchas gracias a ustedes. Ha sido un auténtico placer. Quedo a su entera disposición para lo que necesite. Y un abrazo muy grande para los cofrades de Zaragoza. Les invito a pasarse por Sevilla y contemplar a la Hermandad de la Macarena en la Madrugá sevillana. Les aseguro que no les decepcionará y que volverán a su hermosa tierra plenamente colmados por la belleza de esa verdadera Madre de Dios que es la Virgen de la Esperanza Macarena.