NOS DESPEDIMOS DE VOSOTROS... DANDO UN PASEO POR TRIANA. Pepe Lasala.


Llegó el verano. Una luz pintó el cielo de colores, mientras la pequeña estrella fugaz, montada en la avioneta de aquel “tío vivo”, describía con su estela las cinco letras del mes del Sagrado Corazón… JUNIO. Más abajo, en la tierra, la noche del 24, un tal Juan nos traía en su cántaro mágico las aguas del Jordán con las que refrescar el solsticio de verano. Tiempo de calor, sol, playa, montaña, descanso, paseos, helados, vacaciones, tiempo de disfrutar…, pero también tiempo de Fe; tiempo para meditar, reflexionar, mejorar, tiempo para orar con Dios, tiempo para recordar que, allá donde vayamos, lejos de nuestras actividades cotidianas, seguro que encontramos un rincón para reunirnos con Él, charlar, pedir perdón, plantearle nuestras dudas y respuestas…, un rincón para amar.

Por todo ello, pensamos que, durante este tiempo de vacaciones, debemos de apagar el bendito interruptor de Santa Internet, y retirarnos a descansar para regresar en Septiembre con fuerza, ímpetu, más ilusión si cabe y alguna nueva sección que ofreceros. De este modo, también os dejaremos descansar a todos vosotros. Tan sólo esperamos que, a la vuelta, no nos hayáis olvidado y sigáis acudiendo a la que es vuestra Tertulia, ya que por nuestra parte, siempre tendréis abierto nuestro corazón. Os vamos a echar de menos amigos.

Pero antes de marcharnos, queremos invitaros a dar un paseo todos juntos; será un paseo largo, pero merecerá la pena, porque tendremos de tiempo hasta Septiembre para disfrutarlo. Así que, vamos todos a cerrar los ojos, a cogernos de la mano y, mientras escuchamos la música que está sonando, vamos a transportarnos con el corazón a esa ciudad que tanto nos gusta, Sevilla, y concretamente, a uno de sus barrios más castizos, Triana, donde “viven” dos Hermandades a las que pertenecemos algunos de nosotros: la de La Esperanza de Triana y la  del Cachorro, esta última la de un servidor. Se trata de un barrio situado en la margen derecha de la ciudad. No hay más que cruzar su puente, que aunque su nombre oficial sea “Puente de Isabel II” todo el mundo lo siente como “Puente de Triana”, para darse cuenta del ambiente que envuelve a este barrio. Allí todo huele a arte, a corral de vecinos, a artesanos alfareros, a marinería, a taberna de tertulia y manzanilla, a devoción, a cofradías señeras, a patio de vecinos, a claveles y lirios frescos, a puerto decimonónico, a paseos de atardecer, a amanecidas de ilusión, a chiquilla enamorada, a familia, a amigos, a grandes momentos, a buena gente… y es que en Triana, “Soledad”, sólo es nombre de mujer.



¡¡¡FELIZ VERANO Y OS ESPERAMOS EN SEPTIEMBRE!!!