LA CAPILLA DE LOS MARINEROS. Pepe Lasala.

Hoy en nuestra Tertulia, vamos a acercarnos hasta el barrio de Triana en Sevilla, y concretamente hasta la calle Pureza, para llegar a la Capilla de los Marineros, donde tiene su casa la Hermandad de la Esperanza de Triana. 




Como podéis comprobar, se trata de un lugar muy acogedor. Su blanca fachada, guarda en la memoria las diversas etapas por las que el Templo ha pasado, pues aunque comenzó perteneciendo a la Iglesia Católica, también sirvió de culto a la Anglicana, pasando a transformarse en teatro, cine, o incluso almacén de carbón, hasta llegar a ser lo que a día de hoy es, la Capilla de los Marineros.

En su interior nos encontramos con diversas Imágenes, a cuál más popular y venerada entre los devotos. En primer lugar, el Santísimo Cristo de las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Esperanza, quienes salen en Procesión acompañados por sus cofrades durante la famosa “Madrugá” (madrugada del Viernes Santo), hacia la Santa Iglesia Catedral. Fijaros en las miradas, en la expresión de sus rostros, en la Esperanza que le transmite la Madre al Hijo cuando éste cae por tercera vez. Continuamos con nuestra visita por la capilla y nos situamos frente a San Juan Evangelista, Patrón de la Juventud Cofrade y transmisor a lo largo de los siglos de la Historia más bonita que ha podido acontecer. Y ahora nos acercamos hacia  el Cristo de la Humildad y Paciencia, conocido cariñosamente por todos como “El Miarma”, según cuenta la leyenda, por la forma en la que se dirigía a Él una devota para pedirle favores.


Antes de seguir paseando por esta bonita Capilla, quiero comentaros que, como las fotos tienen algo más de dos años, no se aprecia el nuevo retablo realizado para el Santísimo Cristo de las Tres Caídas, toda una joya repleta de arte y belleza; pero mirándolo bien, así tenéis una excusa para acercaros por aquí. ¿No os parece?




Pero si hay un día especial en la Capilla de los Marineros, ese es el Jueves Santo. Desde bien temprano, cofrades, fieles y visitantes, se dan cita en el Templo para ver al Santísimo Cristo de las Tres Caídas y a Nuestra Señora de la Esperanza subidos sobre sus Pasos. No cabe ni un alfiler, y el ambiente se percibe ya en la calle. Reencuentros, besos, abrazos, sonrisas, lágrimas y apretones de manos, fluyen por la Capilla y alrededores de forma continuada; y es que, aunque algún anuncio de turrones pregone cada Diciembre que a casa se vuelve por Navidad, el trianero lo hace cuando los naranjos dan su flor… en Semana Santa. Venid conmigo y lo comprobaréis.