Durante el tiempo de vida de
este espacio cofrade, hemos podido apreciar la transformación que sufre Sevilla
cuando llega la Semana
Santa. Desde balcones engalanados, o puestecitos ambulantes
donde poder adquirir cualquier artículo que nos recuerde que aquella Primavera
estuvimos allí, hasta los cientos y cientos de torrijas y pestiños que se
agolpan en los mostradores de las confiterías esperando que algún “devoto” les
hinque el diente.
Pero existe otro tipo de
“adorno” a tener en cuenta y que no hemos mencionado aún; el de los
escaparates. Las tiendas, bares, cafeterías y comercios en general, instalan
sus altares particulares en los respectivos escaparates para expresar de una
manera ciertamente iconográfica, que la Semana Grande ya se
encuentra entre nosotros. Desde tiendas de golosinas hasta grandes almacenes,
pasando por imprentas, fontanerías o farmacias, regalan al transeúnte una
expresión visual llena de belleza, arte, y por supuesto devoción.