Hoy en nuestra Tertulia, nos
vamos a trasladar hasta el Viernes Santo sevillano, para presenciar la
devoción, la belleza y la casta, que desprende la Hermandad de La O cuando sale
a la calle dando testimonio público de Fe. Una Hermandad cuyo nombre popular lo
debe a su Virgen, María Santísima de La O. Morena, de ojos rasgados, guapa,
dulce y con lágrimas en su rostro, nos da la mano de la Esperanza para acompañarnos
en el camino hacia Dios.
Delante de Ella… su Hijo,
Nuestro Padre Jesús Nazareno. No hay más que situarse frente a Él, para sentir los
rasgos de amor y de humildad perfilados en su expresión cuando camina con la Cruz a cuestas, desde el barrio
de Triana hasta la Catedral
hispalense. Contemplad esa mirada, observad la firmeza con la que sus manos
agarran el madero en el que aceptará morir por nosotros, apreciad ese cuerpo casi vencido que soporta
nuestros pecados para complacer la voluntad del Creador.
Y con Ellos, sus cofrades;
toda una marea de capirotes en morado pasión, cuyos cirios color sangre definen
el carácter sacramental de esta Cofradía. Desde el hermano que porta la Cruz de Guía, hasta el último
penitente, caminan unidos rumbo al Gólgota en el atardecer de cada Viernes
Santo.