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Hoy en nuestra Tertulia, vamos a acercarnos hasta uno de los Templos con más solera de Sevilla, la Iglesia de San Román. Rodeada de castizas vías como la calle Sol, la calle Socorro o la calle Enladrillada, y enclavada en la plaza con el nombre del Santo, resulta un lugar plenamente acogedor en el que quedarse un ratito para orar. Aquí residió durante muchos años la Hermandad de los Gitanos hasta que partió hacia su "nueva casa", y a día de hoy, San Román abre sus brazos con cariño a la Hermandad de la Exaltación, y como dicen más abajo en uno de los comentarios de esta entrada, a la Hermandad del Carmen y Rosario de Santa Catalina, así como a la de Santa Lucía.
Desde tiempos de la Reconquista, el paso
de los siglos le ha ido otorgando esa "vida" que hoy nos muestra, ese
camino por el que tantos y tantos fieles han transitado rumbo a su Altar
culminando en genuflexión. Cientos y cientos de rezos, peticiones,
agradecimientos, confesiones... habrán fluido por sus naves conformando el
corazón de la Fe y la Esperanza que aquí habitan, dando consuelo a alguna
lágrima que desde el último banco susurra pidiendo fuerzas.