Foto: Conchita Estéban
Es dificil poder resumir en solo unas lineas, todo lo acontecido en esta Semana de Pasion, han sido tantas vivencias, tantos sentimientos, tanto en tan poco tiempo..., como explicaros lo que senti cuando entrando en la capilla de la Esperanza, vi a mi Trianera y a Mi Moreno alli, esperándome. Qué guapos estaban; algo me subió desde la planta de mis pies, y me hizo un nudo en la garganta, solo pude decirles ya estoy aqui, ya he llegado, con todas mis cargas a la espalda, con todos mis sufrimientos, con todos mis anhelos, mis preocupaciones y mis esperanzas, y senti algo tan especial, senti que mi padre estaba con ellos, cuidando de mi, como siempre, consolándome y empujándome hacia adelante.
Pero no solo han sido ellos, ha sido cada "chicotá" , cada "revirá", cada esquina... cada momento. Ese escalofrio que sientes cuando después de haber estado en el besamanos de Jesús del Gran Poder , lo ves entrando en la Plaza del Duque, léntamente , !Pero si parece que va andando sólo!, y piensas en los pies de esos costaleros que tienen que ir arrastras para que no se note que se mueven, parece que no les pese.
Y las caras de dolor de las Señoras, da igual el nombre, Hiniesta, Estrella, Soledad, Carmen..... paseando solemnes por las calles de esa Sevilla que huele a incienso y azahar, paseando ese dolor de Madre, ese dolor inmenso que te trasmiten cada vez que las miras a los ojos y sabes... que sufren por ti, que tus lágrimas son sus lágrimas, que tu dolor es su dolor, y que tambien tus alegrias son sus alegrias y cuando tú te acercas y le cuentas por qué eres feliz, fijaros bien y las vereis como sonrien.
Y qué tristeza sientes cuando las ves alejarse por la calle, cuando miras la trasera del paso y la ves que se va léntamente, cuando oyes en la lejania el sonido de la banda que se marcha detras del paso, a recogerse, porque en Sevilla los pasos se recogen; qué bonito suena, es como si los arroparamos cuando vuelven a entrar en su capilla.
Porque ellos te esperan. No olvidaré a ese Cachorro esperándonos, recostado sobre su Cruz y acogiéndonos con sus brazos abiertos, recogiendo nuestras peticiones, nuestros anhelos para el próximo año y trasmitiéndonos todo el Amor que nos tiene.
Me gustaria poderos transmitir en palabras lo que se siente cuando acompañas a un amigo en su Estación de Penitencia. Aqui nos suena extraño. Al principio, cuando Pepe nos decia que nos acercáramos nos quedábamos atras, pero poco a poco fuimos caminando junto a él, compartiendo su cansancio, sus ganas de llegar y a la vez su tristeza por que se acababa. Al mismo tiempo, según iba caminando la Cruz de Guia, adentrándose en el Puente de Triana o en la calle Castilla, se iban apagando las luces como si se fuera preparando el paso, para que El Señor de Triana se adentrara en la tristeza de su expiración, y el silencio sepulcral le iba acompañando, no se oia ni un alma, solo los acordes de la banda que lo acompañaban. Fué impresionante y gratificante el poder terminar el camino contigo Pepe, gracias por compartirlo con nosotros.
Qué deciros de esa camaraderia cofrade, esas Cruzcampo en la calle Betis, esos montaditos de pringá en la bodeguita de Santa Ana, esas copas y esas risas en Garlochi, y esos atracones de patatas y de lo que nos echaran en el salon de la calle Rioja, sede por supuesto de la Cruz Arbórea; cuánto os echamos de menos a todos. Cada dia me doy mas cuenta que esto es ser Hermandad y ser Cofradia.
Y con todo ésto esperaremos con mucha ilusión y muchas ganas la Semana Santa del 2012, a ver si Dios quiere que estemos más en Sevilla sintiendo todo lo que os he intentado trasmitir.
MAITE CEBOLLADA
Pero no solo han sido ellos, ha sido cada "chicotá" , cada "revirá", cada esquina... cada momento. Ese escalofrio que sientes cuando después de haber estado en el besamanos de Jesús del Gran Poder , lo ves entrando en la Plaza del Duque, léntamente , !Pero si parece que va andando sólo!, y piensas en los pies de esos costaleros que tienen que ir arrastras para que no se note que se mueven, parece que no les pese.
Y las caras de dolor de las Señoras, da igual el nombre, Hiniesta, Estrella, Soledad, Carmen..... paseando solemnes por las calles de esa Sevilla que huele a incienso y azahar, paseando ese dolor de Madre, ese dolor inmenso que te trasmiten cada vez que las miras a los ojos y sabes... que sufren por ti, que tus lágrimas son sus lágrimas, que tu dolor es su dolor, y que tambien tus alegrias son sus alegrias y cuando tú te acercas y le cuentas por qué eres feliz, fijaros bien y las vereis como sonrien.
Y qué tristeza sientes cuando las ves alejarse por la calle, cuando miras la trasera del paso y la ves que se va léntamente, cuando oyes en la lejania el sonido de la banda que se marcha detras del paso, a recogerse, porque en Sevilla los pasos se recogen; qué bonito suena, es como si los arroparamos cuando vuelven a entrar en su capilla.
Porque ellos te esperan. No olvidaré a ese Cachorro esperándonos, recostado sobre su Cruz y acogiéndonos con sus brazos abiertos, recogiendo nuestras peticiones, nuestros anhelos para el próximo año y trasmitiéndonos todo el Amor que nos tiene.
Me gustaria poderos transmitir en palabras lo que se siente cuando acompañas a un amigo en su Estación de Penitencia. Aqui nos suena extraño. Al principio, cuando Pepe nos decia que nos acercáramos nos quedábamos atras, pero poco a poco fuimos caminando junto a él, compartiendo su cansancio, sus ganas de llegar y a la vez su tristeza por que se acababa. Al mismo tiempo, según iba caminando la Cruz de Guia, adentrándose en el Puente de Triana o en la calle Castilla, se iban apagando las luces como si se fuera preparando el paso, para que El Señor de Triana se adentrara en la tristeza de su expiración, y el silencio sepulcral le iba acompañando, no se oia ni un alma, solo los acordes de la banda que lo acompañaban. Fué impresionante y gratificante el poder terminar el camino contigo Pepe, gracias por compartirlo con nosotros.
Qué deciros de esa camaraderia cofrade, esas Cruzcampo en la calle Betis, esos montaditos de pringá en la bodeguita de Santa Ana, esas copas y esas risas en Garlochi, y esos atracones de patatas y de lo que nos echaran en el salon de la calle Rioja, sede por supuesto de la Cruz Arbórea; cuánto os echamos de menos a todos. Cada dia me doy mas cuenta que esto es ser Hermandad y ser Cofradia.
Y con todo ésto esperaremos con mucha ilusión y muchas ganas la Semana Santa del 2012, a ver si Dios quiere que estemos más en Sevilla sintiendo todo lo que os he intentado trasmitir.
MAITE CEBOLLADA