DE TERTULIA CON... NACHO SABATER, COMPONENTE DEL GRUPO MUSICAL "SIEMPRE ASÍ". Pepe Lasala.

Una vez finalizadas nuestras vacaciones, y tras dar gracias a Dios por habernos devuelto a todos sanos y salvos, iniciaremos el curso de nuestra Tertulia hablando con un cofrade que quiere mucho a Sevilla y a su Semana Santa; estaremos un ratito de buena tertulia con Nacho Sabater, componente del grupo musical “Siempre Así”.




Para comenzar Nacho, ¿a qué Hermandades perteneces?
Pertenezco  a las Hermandades del Rocío de Triana, la Hermandad de la  Macarena, Archicofradía del Inmaculado Corazón de María (Heliópolis) y estoy vinculado de toda la vida a la Hermandad de la Salud y Refugio de San Bernardo.

¿Cómo te vinculas a la Semana Santa?
Nací y me crié en un hogar de profundas convicciones  cristianas, esto te lleva a vivir desde pequeño intensamente las prácticas religiosas, creo que esto fue básico para engancharme en la  participación en las Hermandades y por tanto para vivir la Semana Santa desde dentro, no como un mero observador pasivo o lúdico. Por tanto, en  mi caso esta vinculación es familiar, esto se transmite de padres a hijos, imagino que como la mayoría de los sevillanos, el cariño a la Semana Santa está en el ADN de casi todos los que nacen en Sevilla o viven las  tradiciones de la ciudad. La Semana Santa está relacionada con mis recuerdos y mi historia personal, con mi infancia y mi adolescencia, de momentos vividos en familia o con los amigos, una Fiesta que  conecta mi propia memoria sentimental con  las cofradías y con la ciudad, identifico mi vida en cada una de las Cofradías, de sus barrios, calles y plazas, sus bares, tabernas o comercios. La celebración de la Semana Santa está tan presente en la vida de los sevillanos, que en mayor o menor medida, no podemos estar ajenos a ella.





Eres costalero, ¿por qué decides meterte bajo la trabajadera?
Desde pequeño siempre me atrajo este mundo, a mi padre le gustaba mucho, era amigo y alternaba con  bastantes costaleros antiguos. Unos fueron costaleros profesionales y otros eran grandes cofrades que salían por devoción o por promesa, después se  quedaban enganchados a este mundo, grandes aficionados al costal y el martillo en todo caso; de este germen empezaron en esa época de mi infancia las primeras cuadrillas de hermanos costaleros. Recuerdo, de niño, muy en la lejanía aquellas tertulias, “armás” y “desarmás” de los Pasos, que me vienen a la mente como algo casi proscrito, en parte por la admiración que yo sentía por aquellos hombres mitológicos (para un niño como yo, los capataces y costaleros antiguos eran héroes de las cofradías), en parte porque antes en muchos ambientes no estaba demasiado bien vista esta afición a los Pasos y el mundo de los  costaleros profesionales (lo que despertaba aún más mi curiosidad infantil). De niño ya jugaba a sacar Pasos y cada año hacíamos una Cruz de Mayo (pasito de juguete con una mesa, unos trapos, unas flores y una Cruz) que sacábamos casi todos los días (ya fuera Mayo…Diciembre…o Agosto). Teníamos 14 ó 15 años y ensayábamos por el barrio de Heliópolis con las andas del Paso del Inmaculado Corazón de María, como un juego de chavales, nada menos que Salvador Dorado Vázquez (el  Penitente) se encargaba de mandar el Paso y enseñarnos a ser costaleros…todo un lujo.





¿Cómo vives nuestra Semana Mayor?
Decididamente como los días más importantes del año, pienso que aunque la Semana Santa parezca la misma siempre es distinta, al ser una Fiesta viva cada año hay algo nuevo por descubrir. A lo largo de más de cinco siglos de existencia a la Semana Santa, no solo la hacen los grandes artistas de la talla, el bordado, la música o los imagineros, también se construye año a año con la vida y la memoria de los sevillanos. Se funden los rostros de las Imágenes de nuestra devoción con los de quienes nos enseñaron a quererlas. No hay Cofradía que no nos recuerde rostros conocidos y queridos y los identifique con los de las Imágenes, ni advocación de Cristo o de su Madre que no esté unida a nombres propios. También una  marcha, una determinada insignia, la esquina de una  calle, incluso los bares evocan a las personas. Nos recuerdan a nuestros padres, abuelos, familiares o amigos, nos reconocemos y los reconocemos en ellas, aún cuando ya no están o cuando no estén con nosotros. Los mismos ritos, las cofradías, las Imágenes, las calles de la ciudad, los templos, el ambiente, la bulla, la luz, los sonidos, los olores, son siempre las mismas emociones renovadas. Una mezcla de recuerdos y sentimientos nuevos que se reencuentran conmigo ahora que me toca redescubrirlos con mis tres hijos pequeños  y por supuesto siempre, siempre con los amigos.

Supongo que tendrás tus preferencias a la hora de ir a ver Cofradías, ¿qué te gusta presenciar y dónde?
Me echo a la calle a mediodía y no suelo parar hasta la entrada de la última Cofradía. La verdad es que todavía no me da pereza recorrerme la ciudad y aún me considero un incansable (o “jartible” que decimos por aquí); no me incluyo en ese tipo de cofrade que se pasa el año hablando y destripando los entresijos de las Hermandades y después no los ves viendo ni un Paso en la calle. No te podría responder concretamente mis preferencias porque son muchas y todos los días de la Semana Santa (o tendría que escribirte todo “er pograma”). Cada Cofradía (o casi todas) tiene su personalidad, de tarde o de noche, de capa o de cola, su encanto y su sitio exacto para disfrutarla y así procuro hacerlo.
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¿Hay algún momento de la Semana Santa que te resulte especialmente romántico?
Si te refieres en sentido historicista, la Hdad. de Montserrat a su paso por la calle Doña Guiomar o la calle Zaragoza (precisamente), la Hdad. de  la Carretería a su salida por la calle Varflora en El Arenal, o el Paso de Cristo de las Siete Palabras entre los naranjos de San Vicente. Todas tienen sabor romántico, en esos enclaves, por la estética de estas cofradías y el ambiente que las envuelve, parece que nos trasladamos al siglo XIX. Si es en otro (que intuyo más pícaro), basta preguntarle a cualquier sevillano por un Domingo de Ramos…pleno estallido de la primavera, que en Sevilla, particularmente,”la sangre altera” (y de qué forma…en todos los sentidos)

Seguro que como cofrade has tenido multitud de vivencias y anécdotas, ¿recuerdas alguna en particular?
En cuarenta “tacos” que me han caído imagínate, 14 años de nazareno y 23 de costalero, te podría escribir un libro; no sé, por ejemplo la primera salida que hicimos con hermanos costaleros de la Virgen de los Dolores de las Penas de San Vicente en el 90; el Pontifical en el Arco de la Macarena y la Procesión por el barrio de la Virgen en el cuarto centenario de la Hermandad de la Macarena en 1995, ese mismo año el encuentro de las Esperanzas en la Catedral, la Madrugada que llovió; la llegada del Paso de la Virgen cada año al convento de Santa Ángela de la Cruz; en Septiembre del año pasado, el traslado de la Virgen de la Esperanza al Estadio Olímpico por la beatificación de Madre María de la Purísima; la primera salida del Cristo de la Misión por Heliópolis en el 88 el Viernes de Dolores, también  la primera salida, ya como Hermandad de Penitencia en el 2008…etc, etc. No sé qué contarte…mejor que aburrir con batallitas de  las múltiples anécdotas que me han sucedido a lo largo de toda la vida en mis Hermandades y  con muchas otras Cofradías, te destacaría como lo más importante, el regalo que me hace la Virgen de la Esperanza, la gran fortuna de poder salir año a año debajo de su Paso, posarla en la puerta de su Basílica, donde la espera Sevilla y tener la suerte de pasearla por su barrio y su ciudad, plantea en sí un cúmulo de vivencias íntimas y de anécdotas que no pararía de narrarte; cada año que pasa, por más esperada, la Madrugada  se hace más corta y más intensa, una especie de ola que te envuelve y te sacude durante 12 horas pareciéndote minutos…cuando te quieres dar cuenta ya está la Virgen entrando en el atrio de recogida.




¿Cómo participas con tus Hermandades el resto del año?
Procuro participar de la vida de Hermandad durante todo el año, siempre que mis obligaciones laborales o familiares me lo permitan, asistiendo a los cultos y colaborando en cuanto se me requiera e hiciera falta para echar una mano, a título particular. Como grupo, “Siempre Así” solemos colaborar en todo lo que podamos, sobre todo en festivales benéficos, siempre y cuando tengan fines asistenciales, de obras sociales y de caridad.   

Como amante de la música que eres, ¿cuáles son tus preferencias en cuanto a la música procesional?
Con todos mis respetos a quien piense lo contrario (que respeto), la música que se hace hoy, salvo honrosas excepciones (ya que tampoco me considero un inmovilista) no me gusta demasiado. Muchas de las marchas que se tocan tras los Pasos se parecen más a los pasacalles de una cabalgata, otras recuerdan a  pasodobles taurinos o florituras trompeteras de titiriteros ambulantes. Nada más hay que fijarse en  los títulos de muchas marchas, cada vez más cursis y rebuscados.  Supongo que esto tiene que ver con la sensibilidad de cada momento y el nivel cultural, hoy en día casi todas las composiciones o son melodías machaconas y sentimentaloides o buscan efectismo de cara al lucimiento del costalero, distrayendo de la esencia de la música de Semana Santa y de su por qué, lo que podríamos llamar unción. Las marchas las deben inspirar las Imágenes, y deben de conmover cuando éstas sean interpretadas en la calle para Ellas (hoy en día pasa lo contrario, que la música desconcentra de lo que está uno viendo y queriendo sentir). No sabría resumirte lo mucho y bueno que me llega al corazón a través de la música: el romanticismo y las marchas antiguas de Font Fernández, de Font Marimont (Quinta Angustia), de Gómez Zarzuela (Virgen del Valle) o de Turina (Margot); el nacionalismo musical y las de los Font de Anta (Soleá dame la mano, Amarguras), el regionalismo alegre de las marchas de Gómez Farfán (La Estrella Sublime, Pasan los campanilleros y casi todas), compositores de la posguerra como Cebrián (Macarena), Pantión (Jesús de las Penas), Gámez Laserna (Pasa la Macarena y casi todas), Braña (Coronación de la Macarena), Ramos (Virgen de las Aguas) o Pedro Morales (Esperanza Macarena y casi todas). En definitiva, un sin fin de marchas  de autores varios que me provocan emoción, nunca olvidándome de las cornetas y tambores de la Centuria Macarena, por lo que representan en la banda sonora de mi Semana Santa (con las marchas clásicas de Escámez, etc.)




Si hablamos de “Siempre Así”, ¿cómo llegas al grupo?
El grupo se forma oficialmente en el 91 con nuestro primer disco después de infinidad de actuaciones en la BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones), pero la verdad es que la historia del grupo también  está  íntimamente ligada a una  Hermandad (aunque en este caso no sea de penitencia), ya que en el seno de la Hermandad del Rocío de Triana, en su Grupo Joven y en su Coro (nuestra escuela de vida y de música), siendo  unos chavalitos adolescentes, nos conocimos todos los componentes, nació nuestra amistad y con el tiempo incluso la familia (en algún caso, matrimonio, o somos padrinos o madrinas de los hijos de otros). De todo esto hace ya veinte años, que por cierto pretendemos celebrar este año con sorpresa y por todo lo alto.

Del resto de componentes, ¿alguno más pertenece a Hermandades?
A todos les gusta la Semana Santa y cada uno tiene sus vinculaciones, Ángel es del Gran Poder y San Isidoro, donde no falta un solo año para salir el Viernes Santo; Rafa Almarcha del Gran Poder y de la Bofetá (de San Lorenzo puro); Paola es de la Esperanza de Triana, del Amor y también del Gran Poder (su marido está en la Junta de Gobierno); Rocío, por vinculación familiar es de la Virgen de la Esperanza (Macarena) y del Cristo de la Expiración (Cachorro); Sandra acompaña a sus hijos que salen todos los años en la Borriquita; Mati es mucho del Cachorro, por su marido Roberto Alés (también componente de Siempre Así , ahora “jugando en la reserva”) y Mayte aparte del cariño a la cofradía de su familia que es la de las Tres Caídas de San Isidoro, es de la Macarena. Pero la  verdad, donde todos coincidimos y donde vivimos casi toda la actividad y los cultos que se celebran durante  el año es en la Hermandad del Rocío de Triana, por supuesto, salvo fuerza mayor o cuestiones de trabajo, no faltamos ni un año a la Romería de Ntra. Sra. del Rocío, acompañando desde siempre a nuestra Hermandad en el Camino a la aldea almonteña.    

¿Resulta complicado compaginar la “vida cofrade” así como los ensayos de trabajadera con los escenarios?
Resulta complicado porque gracias a Dios tenemos mucho trabajo, durante la primavera hay  bastantes compromisos y actuaciones que suelen coincidir con los ensayos de costalero o los cultos de las Hermandades. No obstante,  procuro asistir a los ensayos en la medida de lo posible, por supuesto. Hay que  tomar contacto con  los capataces y la cuadrilla y hacerse con el Paso (aunque se lleven muchos años de oficio), aparte, considero fundamental la preparación física personal de cada costalero para poder cumplir debajo de los Pasos, es una forma de honradez y compañerismo, digamos “profesional”, después vienen los kilos, hay que empujar para arriba y estar en óptimas condiciones físicas si se quiere disfrutar debajo del Paso y dar absolutamente todo lo que cada uno lleve dentro.

Otra de tus pasiones son los Toros, y todos sabemos los rituales que realizan los matadores antes de salir a la plaza, ¿haces algo similar con tus advocaciones antes de salir al escenario?
Pues te diré que no, no me pongo delante de un altar de estampas requetesantiguándome antes de salir a una actuación. Ahora bien, si me tuviera que jugar las femorales delante de un berrendo astifino de quinientos kilos, no lo descartaría: ¡en-ab-so-lu-to!.

Por motivos de tu profesión, ¿te ha tocado alguna vez estar fuera de Sevilla durante la Semana Santa?
Nunca he estado fuera de Sevilla durante la Semana Santa, todo lo más recuerdo llegar a Sevilla un Domingo de Ramos a mediodía. Pero si así fuera no creo que hubiera  problema, hombre, sería una faena…pero, ya se sabe: la obligación antes que la devoción.

De la misma forma que le cantáis a Sevilla, ¿os gustaría dedicar alguna canción a la Semana Santa?
La verdad es que no estaría mal, a lo mejor cae alguna sorpresa relacionada con este asunto.

Ya para terminar, comentarte que asistí en 2.008 a la Misa de la Alegría en Zaragoza y fue realmente emocionante, ¿para cuándo otra vez por tierras mañas?
Lo recordamos con mucho cariño, en La Seo de Zaragoza la acogida del público fue espectacular. Casi 4.000 personas participaron de esta Eucaristía tan especial presidida por el Arzobispo de Zaragoza D. Manuel Ureña, cientos de zaragozanos quedaron en la puerta lamentando no poder entrar porque el Ayuntamiento de Zaragoza decidió cerrar la Catedral del Salvador por motivos de seguridad. “La Misa de la Alegría” es nuestro proyecto más especial. Tan sólo pretendemos, con la mayor humildad, compartir nuestro convencimiento de que en este principio del siglo XXI que nos ha tocado vivir, el amor al prójimo, es lo único que puede hacer que este mundo sea un poco mejor. Intentamos transmitir la experiencia de la ALEGRÍA por el simple hecho de vivir, la ALEGRÍA que supone para nosotros el ser Cristianos. Esperamos volver pronto por tierras del Ebro ya que nos allí nos hacéis sentir como en casa.




Muchas gracias Nacho por dedicarnos tu tiempo y hacernos pasar un rato tan agradable contigo en nuestra Tertulia Cofrade hablando de lo que más nos gusta: la Semana Santa.