TERTULIAS DE "LA SAETA" CON MARÍA JOSÉ SANTIAGO. Pepe Lasala.

Hoy en nuestra Tertulia, vamos a tratar un aspecto de gran belleza que se manifiesta cada año en nuestra Semana Santa: LA SAETA. Y para ello, vamos a hablar con María José Santiago, una mujer que dedica profesionalmente su vida al mundo de la canción, y a quien es frecuente ver dedicando su cante a nuestras benditas Imágenes en el transcurrir de las procesiones. 






Pero antes de nada, vamos a conocer qué es una “Saeta”, y qué mejor forma de hacerlo que consultando el Gran Diccionario de la Semana Santa de Juan Carrero Rodríguez, donde se define como un canto liso y llano de acento religioso y popular. Por otro lado, la Real Academia de la Lengua Española, que no dio entrada a su significado hasta el año 1.803, determina la Saeta indicando que se trata de una modalidad del cante flamenco de sentido religioso vinculado a la Semana Santa.

Hay que destacar que existen varias modalidades, como las seguiriyas, marcheneras, carceleras, martinetes…, todas ellas cantadas indistintamente por hombres y mujeres. Nombres de la talla como La niña de la Alfalfa, Pepe Pinto, Antoñita Yruela, El Pali, Pastora Soler o la propia María José Santiago, han rasgado sus gargantas ante las devociones populares de Sevilla para rezar con su cante.



 Un cantaor le dedica una Saeta a la Virgen de Las Angustias de la Hermandad de los Gitanos.



Y tras esta breve introducción como antesala a la entrevista, vamos a pasar un buen ratito de tertulia con una de las grandes del cante, María José Santiago.

Para comenzar María José, hay que decir que llevas el arte en la sangre, pues además de haber nacido en Jerez de la Frontera, gran cuna del Flamenco, eres hija de artistas, ¿cómo te inculcaron el cante en tu familia?
Eso no se inculca, se nace. Oía a mi padre cantar desde pequeña con grandes artistas que pasaban por mi casa.



Espectáculo flamenco.



Supongo que cuando eras niña tendrías algún referente, ¿en quién te fijabas?
En nadie más que en mi padre y en mi madre.

Tengo entendido que con tan sólo 9 años ganaste tu primer concurso de Saetas, y que incluso te escapaste del colegio para poder participar, ¿cómo transcurrió aquello?
Fue un arrebato de niña. Yo llevaba cantando desde los tres años y me hacía mucha ilusión. Me escapé del recreo y creo que la clase ya la perdí. Fue en la Cadena SER de Jerez.

Unos años después, en 1.981, ganaste el concurso de TVE “Gente Joven” en su modalidad de copla, ¿supuso este hecho un empujoncito para dar comienzo a tu carrera?
Fue un empujón bastante grande, ya que estuve concursando durante un año, y al salir todas las semanas en televisión y existir por aquel entonces tan sólo dos cadenas, te veía mucha gente.

Tienes una amplia discografía, con la que has traspasado fronteras llegando hasta EE. UU., o incluso recibiendo en 1.986, de manos de la que entonces era Ministra Griega de Cultura, Melina Mercury, el nombramiento a la mejor voz femenina española, y siempre, has aceptado tu éxito con humildad, ¿dónde está el secreto?
No hay secreto que valga, yo soy así. Soy coqueta y femenina, pero mi pretensión no es ser altiva. Soy muy realista, incluso demasiado para ser artista, creo que debería de tener un poco más de fantasía. Mi padre me decía que aquí estamos de paso. Me muestro tal como soy, cuando subo a un escenario intento ser la mejor, pero soy como soy.



María José Santiago en una de sus galas.



Como decimos los amantes del cante, “le das a todos los palos”…, copla, sevillanas, flamenco al mejor compás, etc., ¿qué te aporta cada una de estas disciplinas como artista?
A la hora de hacer un espectáculo, tengo un abanico de posibilidades donde puede ir público con distintos gustos. En mi espectáculo está interpretada la balada, la copla y el flamenco, aunque también hago galas sólo de flamenco.



Zambombá Flamenca” en la Catedral de Sevilla a beneficio de Cáritas Diocesana.



¿Y la Saeta en particular?
Mucho sufrimiento al saber que cantas “a palo seco” ante tanto público, pero pueden más las ganas que los nervios, ya que al final se obtiene mucha satisfacción.

Hablando de Saetas, a día de hoy existen varias Escuelas, como la de la Hermandad de La Cena de Sevilla, ¿qué diferencia hay entre el cantaor de la calle y el que se forma en estos centros?
Hay gente de la calle que canta muy bien, y yo la única formación que he tenido es la de mi padre, pero recomiendo a todo el mundo que estudie y se forme en las academias, ya que se aprende mucho.



Escuela de Saetas de la Hermandad de La Cena de Sevilla.



Desde la Niña de la Alfalfa hasta nuestro tiempo, ha pasado casi un siglo, y la Saeta siempre ha estado ahí, ¿tenemos a día de hoy una buena cantera que le dé continuidad?
Sí, hay gente que canta muy bien; siempre nacen cantaores buenos y nunca se acabará…, es una fuente inagotable.

Vamos a trasladarnos en el tiempo; es Viernes Santo por la mañana, estamos en la calle Parras y pasa la Macarena, ¿qué le cantas?
Una saeta, lógicamente. He cantado a la Macarena en la calle Parras y he sentido que se me salía el corazón, he sentido una emoción muy grande. La Macarena… es la Macarena, aunque siento la misma emoción con todas las Imágenes. A pesar de que se llamen de diferentes formas, la Virgen es una.



La Macarena.



¿A qué otras advocaciones sevillanas les has rezado con tu cante?
A la Trianera, a la Virgen de Las Aguas de la Hermandad del Museo…, a muchas, porque cuando a pasado una Virgen por delante de mi, me he arrancado sin pensarlo.



Virgen de Las Aguas.



Si hay una saeta que me llena de emoción al escucharla de ti, esa es “Al mejor de los nacíos”, ¿cómo puedes cantar algo así sin que te tiemble la voz?
Esa es la que le he cantado desde pequeña a mi Cristo de la Expiración de Jerez. No me tiembla la voz, pero sí el corazón. A Él le canto con los cinco sentidos.

Supongo que al cantarle una Saeta a Dios o a la Virgen, se tienen que vivir instantes de gran sentimiento, pero, ¿puedes destacar uno en especial?
La primera vez que bajaron a mi Cristo al suelo cuando tenía nueve años para que le cantara una saeta.

Como bien sabes, pertenezco a la Hermandad del Cachorro, al que ya le has cantado en alguna ocasión, ¿para cuándo otra Saeta a mi Cristo?
Sí, también le he cantado al Cachorro, así que para el próximo año si Dios quiere.



Cristo del Cachorro.



Ya que hablamos de Semana Santa, ¿de qué forma la vives?
Suelo acompañar al Señor de la Salud de la Hermandad de Los Gitanos, a la Hermandad de Los Negritos, a la de San Benito… Y luego veo lo que puedo, ya que no estoy en Sevilla todos los días de la Semana Santa.



El Señor de La Salud de la hermandad de los Gitanos.



Cuéntame un secreto; de todas las tapitas y dulces que se comen en Semana Santa, ¿cuál es la que realmente “te pierde”?
Me pierde todo lo que sean pasteles, pero sobre todo, las torrijas y el arroz con leche; tenía que haber sido confitera.

Y ya para despedirnos, ¿cómo nos vamos María José, por “seguiriyas”, por “martinetes” o por “carceleras”?
Por seguiriyas Pepe, es el cante al que estoy acostumbrada y el que se canta en Jerez.

Muchas gracias de corazón por habernos dedicado tu tiempo, y por tu amabilidad. Esperamos poder verte pronto por Zaragoza. Un beso artista.
Os mando muchísimos besos para vosotros y todo mi cariño, y a ver si voy a cantar por vuestra tierra.