Ni que decir tiene, que
muchas de las Imágenes de Jesús y de la Virgen representadas a lo largo de toda la
geografía española, son realmente devociones populares perfectamente conocidas
en lugares distintos a los de su procedencia. Así, advocaciones como “El
Cachorro”, Jesús del Gran Poder, La
Macarena , Jesús de Medinaceli, la Virgen del Pilar o la de
Guadalupe por citar algunas, no sólo son veneradas en Sevilla, Madrid, Zaragoza
o Extremadura respectivamente, sino que también reciben un “culto lejano”
procedente de otras localidades bien distantes de las que son originarias. En
cualquier caso, y a modo de aclaración, no hay que olvidar que Cristo sólo hay
Uno, que Virgen sólo hay Una, y que lo que se representa en nuestras Imágenes
Sagradas es a Él y a Ella en diferentes momentos o situaciones.
“El Cachorro” (Sevilla)
Jesús del Gran Poder (Sevilla)
Jesús de Medinaceli (Madrid)
Pero hoy, el caso que nos
ocupa, es el del Santísimo Cristo de las Tres Caídas -a quien muchos con cariño
llaman “su Moreno”-, y Nuestra Señora de la Esperanza , del popular
barrio de Triana en Sevilla; dos advocaciones muy arraigadas en la ciudad
hispalense, a las que rinde culto la Hermandad conocida popularmente como la de “La Esperanza de Triana” en la Capilla de los Marineros.
Triana se arrodilla al
verte,
Sevilla entera te reza
a ti Virgen Marinera
¿quién pudiera más quererte?
si al navegar por el puente,
Esperanza Madre Nuestra,
tu mirada de pureza
colma de amor a tu gente.
Gente de arrabal castizo,
con corazón costalero,
que llevan a tu Moreno
con arte y con señorío,
pues tres veces ha caído
mas ahí van tus trianeros
dispuestos a recogerlo
para cruzar el Postigo.
Y hasta la Capilla de los Marineros
se desplaza cada Semana Santa un grupo de zaragozanos pertenecientes a esta
Hermandad, un grupo de corazones cofrades que, desde la Fe y el sentimiento, demuestran
que devoción y distancia son totalmente compatibles. Diversos motivos,
distintas situaciones, y épocas diferentes, hicieron que uno a uno se fueran
acercando hacia Jesús Caído y su Madre de la Esperanza para quedarse
junto a Ellos siempre.
Aun así, para este grupo de
“maños” resulta complicado no poder participar en todos los actos que su
Hermandad organiza, no estar al lado de sus hermanos en el día a día, o lo que
es muy importante, no poder rezarles “cara a cara” a su Cristo y a su Virgen
siempre que lo desean. Pero como la ilusión lo puede todo, se pusieron manos a
la obra, y hace escasamente una semana en la Casa-Hermandad de la Humildad de Zaragoza, a
quienes hay que agradecer siempre su predisposición y amabilidad, organizaron
una jornada de convivencia en su propia ciudad para disfrutar de un instante de
encuentro y amistad donde Ellos, a través de fotografías y vídeos, también
estuvieron presentes.
La tarde vibró entre
abrazos, besos y apretones de manos, entre reencuentros y presentaciones, entre
sonrisas y palabras de emoción que derrochaban amistad a borbotones. Son cofrades,
COFRADES DE TRIANA, rostros vivos llenos de ESPERANZA que, aun viviendo lejos
de sus Titulares y de su Hermandad, con su buen hacer y a través de esta
jornada de convivencia acercaron hasta la tierra del Ebro la esencia de su
Cristo, de su Virgen, y del que por supuesto es su barrio.
Eran todos los que allí
estaban, aunque no pudieron estar todos los que son, pero estoy seguro de que
esta primera toma de contacto, es el arranque de algo muy bonito que acaba de
comenzar.
Que el Santísimo Cristo de
las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Esperanza os bendigan.